Reseñas

Cuerpos deseantes y el armario político hetero-homosexual de Margarita Camacho

Marco Navas Alvear
Universidad Andina Simón Bolívar, Ecuador

Cuerpos deseantes y el armario político hetero-homosexual de Margarita Camacho

Iconos. Revista de Ciencias Sociales, núm. 58, 2017

Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales

Nadie duda actualmente de que los medios contribuyen en gran medida a construir la realidad. Ellos, a través de sus dispositivos técnicos y formas particulares de organización intervienen en los flujos comunicativos; ofrecen contenidos, pero también propuestas de sentido sobre estos. 1 Pese al significativo desarrollo de las redes sociales, los medios masivos aún juegan un papel importante en la oferta de temáticas que se procesan en la sociedad, interviniendo mediante lo que dicen y lo que callan, invisibilizando algunas problemáticas. De este modo, los medios influyen en nuestra vida, en las esferas más personales al mostrarlas con determinada interpretación y ello tiene efectos en las relaciones sociales e incluso en la vida democrática, aquella que se refiere a la administración del poder.

La elección de la orientación sexual se remite a una de las esferas más significativas de la dimensión de la libertad, que actualmente se reivindica con fuerza en el contexto justamente de proclamar sociedades democráticas. Así lo sostienen, desde diversos enfoques, autoras como Chantal Mouffe (1999) 2 desde la participación y la democracia radical anclada en todos los espacios sociales o Iris Marion Young (2000) 3 desde las necesidades de justicia que expresa la vida social desde una perspectiva emancipatoria. Tal elección –la de la orientación sexual– se enfrenta a fuertes obstáculos asociados con relaciones de poder, tanto en espacios familiares como en sociales y políticos.

El libro de Margarita Camacho –Cuerpos deseantes y el armario político hetero-homosexual. Granizo (1963-1968) y el círculo rosa y oscuro (2009)– aborda nítidamente esta problemática. Esta obra devela los límites de los procesos de ejercicio de la libertad atrapados en la maraña de la comunicación masiva y permeados por las relaciones políticas. La obra consiste en un estudio de dos casos sucedidos en etapas históricas distintas. El primero se ubica en Quito durante la década de 1960 y describe la exposición pública de un proceso judicial por la muerte de un hombre en dos diarios El Comercio y El Universo, así como la construcción discursiva de los articulistas de opinión de la revista política La Calle. El segundo caso acontece más recientemente, en el año 2009: la autora analiza las construcciones que los medios de comunicación en interacción con las redes sociales hacen en torno a las declaraciones de Fabricio Correa –hermano del presidente del Ecuador Rafael Correa (2007-2017)– sobre la supuesta existencia de un “círculo rosa y oscuro” alrededor del mandatario.

La investigación se complementa adecuadamente con entrevistas a informantes calificados de diversos contextos. Los relatos se mezclan para recobrar retazos de historias de vida, tanto del contexto social y político como de los involucrados, con miras a reconstruir una memoria colectiva y a la vez establecer diferencias y similitudes entre el tratamiento mediático del caso penal Granizo y otros (1963-1968) y las sensacionales declaraciones realizadas por Fabricio Correa sobre el “círculo rosa y oscuro” en 2009. Situación amplificada por los medios masivos y las redes sociales, con connotaciones de descrédito de efecto político. Los hallazgos que a partir de este método presenta la obra se contrastan con conceptos importantes relativos, entre otros aspectos, al papel de los medios masivos o a las formas de construcción de la homosexualidad y sus consecuencias en el juego social y especialmente político. Todo esto permite fundamentar una interesante perspectiva crítica.

A pesar de las distancias temporales (casi cinco décadas), el texto muestra la tragedia de los cuerpos normados. Esto a partir de las formas en las que los enunciados negativos sobre la homosexualidad masculina construyen realidades con connotaciones de violencia, inequidad, desigualdad política y desprotección social y civil contra los varones que mantienen prácticas denominadas “homoeróticas”. Como sostiene la autora:

El señalamiento homofóbico se agrava de forma extrema en el caso que los afectados fueran funcionarios públicos con poder de decisión política, acusar o insinuar que mantienen prácticas homosexuales se usa como mecanismo de desprestigio ético-profesional en la contienda política ecuatoriana (pp. 11-12).

Este texto es una provocación a despejar de tabúes y pensar las relaciones entre libertad, intimidad, masculinidad, exposición pública y juego político.

El libro, y la investigación que supuso, concluye con varios aportes de la autora en cuanto a la comprensión de la construcción de lo que ella llama “el desprestigio político por acusación de homosexualidad en el Ecuador” (capítulo III). La obra finaliza emplazando la labor de los medios de comunicación masiva y sus relaciones de amor/odio con la política. Se destaca nítidamente la imperiosa necesidad de producir información de calidad, es decir, aquella información que ofrezca puntos de vista diversos y, sobre todo, respete los derechos de la comunicación, así como los derechos personales y de libertad de los involucrados. Se destaca, de igual modo, producir procesos informativos que no discriminen y que contextualicen las realidades que reconstruyan, siendo evidente la necesaria exigencia de un nivel de responsabilidad ética y profesional, tanto a comunicadores como a analistas de opinión. Esto no necesariamente porque el Estado con su fuerza tenga que imponer la producción de información de calidad, sino porque la misma es, en primer orden, inherente a la condición humana del periodista o analista.

Este libro supone igualmente un desafío a una sociedad todavía muy cerrada, quizás aún remordida por fantasmas, prejuicios y relatos pseudo religiosos que ignoran el derecho a la afectividad masculina, como expresión de libertad de quienes optan por ella en sus proyectos de vida. Tal actitud abona la discriminación, exclusión, desigualdad y cosificación de lo humano. Como refiere la autora, “posiblemente estamos en un momento histórico propicio para transformar estructuralmente el uso cotidiano de este abusivo e inequitativo ejercicio de poder heteropatriarcal contra los varones sexualmente no hegemónicos” (p. 101).

Este emplazamiento al conjunto de la sociedad lleva a cuestionar ¿qué pasa con la generosa Constitución de la República del Ecuador que rige desde desde 2008 frente a una sociedad aún oscurantista? Una Constitución que protege familias diversas, pero que posee también ciertos enclaves oscuros que limitan esta protección, como la prohibición de adoptar niños y niñas a parejas del mismo sexo o el enunciado que define al matrimonio desde la tradicional fórmula heteropatriarcal como la unión entre hombre y mujer.

Estas tensiones entre “deber ser” y prácticas sociales llevan a pensar que la mencionada Constitución es un artefacto complejo donde existen contradicciones, visiones distintas que se correlacionan con el poder social de los actores que las promueven y, por lo tanto, resulta un campo de lucha. 4 En este caso se hace referencia en particular a las luchas de quienes reclaman mayores espacios de emancipación para reivindicar su orientación sexual.

El aporte que ofrece Margarita Camacho invita a luchar por la Constitución del Ecuador actual, refiriéndose al espíritu emancipador que claramente contiene en su parte material, presidida por el principio del buen vivir, eje de las relaciones sociales. En suma, Cuerpos deseantes y el armario político hetero-homosexual es una obra que conduce a la reflexión sobre la necesidad de acompañar las luchas sociales y jurídicas por la igualdad en la diversidad. Es una obra que invita también a demandar una participación efectiva en la construcción de políticas públicas que permitan el pleno ejercicio de los derechos sexuales y de género, que son parte del proyecto de vida de cada persona. Asimismo es una obra que estimula a exigir y comprometerse con un manejo responsable de la comunicación en todas sus formas, en el sentido más original de respeto hacia los demás.

El aporte reflexivo en este libro invita, en gran medida y desde el aspecto más sencillo de la condición humana, a desvestirse de prejuicios y a tomar conciencia de la importancia de la responsabilidad de la comunicación, incluyendo ahora a quienes actúan desde las redes sociales. Para ello, es necesario autoexaminar cuán alterativos o al menos cuán tolerantes somos en realidad, no solo frente a las opciones de vida sexual de otras personas, sino también frente a las formas de pensar y expresarse de distintos actores. Quizás indirectamente la obra invita a reflexionar, por un lado, sobre cuán polarizado está el Ecuador de la segunda década del siglo XXI, y por otro lado, sobre la necesidad de dialogar respetando la divergencia de maneras de pensar, el disenso y la diversidad.

Notas

1 Ver Marco Navas Alvear. 2012. Lo público insurgente. Crisis y construcción de la política en la esfera pública. Quito: CIESPAL / UASB-E.
2 Ver Chantal Mouffe. 1999. El retorno de lo político, comunidad, ciudadanía, pluralismo, democracia radical. Barcelona: Paidós.
3 Ver Iris Marion Young. 2000. La justicia y la política de la diferencia. Valencia: Cátedra.
4 Marco Navas Alvear. 2015. “Estado constitucional y derechos de participación. Una aproximación al modelo ecuatoriano”. En Movimientos sociales y procesos constituyentes contemporáneos en México y América Latina, coordinado por Óscar Correas, D. Sandoval y A. Melgarito. México DF: UNAM / Ediciones Coyoacán.
HTML generado a partir de XML-JATS4R por