Temas
De víctimas a expertas: estrategias de agencia cívica
para la identificación de desaparecidos en México
From victims to experts: civic agency strategies for
identifying missing people in Mexico
Mgtr. Ana Cepeda. Doctorante en Ciencias Sociales, Tecnológico de Monterrey (México).
(mailto:anacepe8@hotmail.com)
(https://orcid.org/0000-0003-4716-9201)
Dr. Salvador
Leetoy. Profesor
investigador titular, Departamento de Medios y Cultura Digital, Tecnológico de
Monterrey (México)
(mailto:sleetoy@tec.mx) (https://orcid.org/0000-0003-1203-0939)
Recibido: 01/10/2019 –
Revisado: 08/01/2020
Aceptado: 01/07/2020 – Publicado:
01/01/2021
Cómo citar este artículo: Cepeda, Ana y Salvador Leetoy. 2021. “De víctimas a
expertas: estrategias de agencia cívica para la identificación de desaparecidos
en México”. Íconos. Revista de Ciencias Sociales 69: 181-200. https://doi.org/10.17141/iconos.69.2021.4197
Resumen
En
este artículo se analiza formas de agencia cívica y ciencia ciudadana que
realizan mujeres del colectivo Por
Amor a Ellxs, en la Zona Metropolitana de Guadalajara, México. Desde
2016, estas mujeres se han organizado para buscar a sus familiares desaparecidos
y exigir una nueva Ley de Personas Desaparecidas del Estado de Jalisco.
Primero, se discute el involucramiento directo del colectivo en las estrategias
de búsqueda y la canalización de emociones derivadas de la tragedia,
manifestaciones de agencia que les permiten trascender su condición de víctimas
y empoderarse como colectivo. Posteriormente, se revisa las formas de
comunicación en su página de Facebook, donde destacan estrategias de ciencia
ciudadana, entendidas como construcciones extrainstitucionales de conocimiento;
así, en conjunto con otros actores sociales solidarios, el colectivo plantea
prácticas creativas para hacer más eficiente la búsqueda e identificación de
desaparecidos. A través de ciberetnografía, entrevistas en profundidad y
observación participante se identifica sus acciones que van desde diseminar
fichas de búsqueda, localización e identificación de cuerpos hasta recomendar
protocolos en casos de desaparición y brindar apoyo moral a las familias en
esta situación. Se concluye que las emociones de dolor, impotencia y rabia se
canalizan hacia estrategias de ciencia ciudadana y ofrecen una alternativa de
empoderamiento social ante el fracaso de las instituciones responsables de
buscar a las personas desaparecidas en México.
Descriptores: agencia cívica; ciencia ciudadana; colectivos; emociones; Facebook;
personas desaparecidas.
Abstract
This article analyzes different forms of civic agency and citizen
science developed by the women of the “Amor por Ellxs” collective in the
Guadalajara Metropolitan Zone, Mexico. Since 2016 these women have organized
themselves in order to search for their missing relatives and to demand the
adoption of a new “Missing Persons “Bill by the Jalisco State Legislature.
First, the article discusses the involvement of the collective in the search
for the victims and in the management of the resulting emotions. These
expressions of agency allow the women to transcend their victimhood and to
become collectively empowered. Next, their communications, -as displayed in
their Facebook page-, are reviewed.
Here we highlight their citizen science strategies for building
extra-institutional knowledge. In this way- and together with other solidary
social actors- the group is able to develop a more efficient search and identification
of the missing persons. Cyberethnography, in- depth interviews and participant
observation detect different kinds of actions, which include dissemination of
search, localization and body identification file cards; recommendations on new
protocols to be applied in cases of disappearance and emotional support to the
families. The article concludes that pain, powerlessness and anger are
channeled towards citizen science activities which open the doors for social
empowerment in the face of the failure of responsible institutions to find the
disappeared persons.
Keywords: civic agency; citizen science; collective groups;
emotions; Facebook; missing persons.
1.
Introducción
México enfrenta una crisis de violencia
sin precedentes en su historia moderna. Esta se compone de varios elementos,
entre los cuales se destacan las muertes violentas y la desaparición de
personas, a partir de un momento histórico particular en donde comienza a
manifestarse este problema: el 11 de diciembre de 2006, cuando el entonces
presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa proclama la guerra contra
el narcotráfico. La escalada de violencia ha trascendido por más de una década
y ha llegado hasta la actualidad (Rosen y Zepeda 2017). En el primer semestre
de 2019, por ejemplo, se registraron 17 608 muertes violentas: solo en el mes
de junio se produjeron aproximadamente 102 muertes violentas por día (Angel
2019). En cuanto a la desaparición de personas, las instituciones y organismos
no se ponen de acuerdo con respecto a las cifras, pero se calcula que hay más
de 40 000 personas desaparecidas desde 2006 (Portela 2019). Desde el
Comité Cerezo se habla de una cifra actual de más de 50 000 desaparecidos, lo
cual contradice las cifras oficiales que reportan 40 180 casos, cifra que,
según esta organización de derechos humanos, está desactualizada (Gilet 2019).
Otras fuentes documentan que no existe un registro oficial actualizado, pues
desde hace más de un año se dejó de alimentar, por lo que no se tiene certeza
sobre cuántos desaparecidos existen realmente (Vizcarra 2020).
El estado de Jalisco es uno de
los más afectados por esta crisis: el Sistema de Información Sobre Víctimas de
Desaparición de Jalisco registró 7045 personas no localizadas y 2238
desaparecidas desde el año 1995 hasta abril de 2020 (SISOVID 2020). Es
importante indicar que existe un conflicto entre los dos conceptos antes
mencionados y los colectivos alegan que muchas veces se minimiza la crisis de
desaparecidos al catalogar a varios como no localizados. Y mientras aumenta el
número de desaparecidos, las instituciones responsables de su búsqueda se
vuelven menos eficientes.
En un intento por resolver el
problema, los funcionarios han tomado decisiones controversiales, como inhumar
cuerpos sin identificar, incinerar e incluso depositar cuerpos en camiones,
sacarlos de sus instalaciones y abandonarlos. Por tanto, en vista de que las
autoridades y funcionarios se han visto rebasados por el problema, colectivos
ciudadanos han decidido tomar acciones y emprender ellos mismos la búsqueda de
sus familiares, y participar en su identificación.
El propósito de este artículo
es exponer cómo el colectivo de mujeres de Por Amor a Ellxs, de la Zona
Metropolitana Guadalajara (ZMG), ha desarrollado una serie de estrategias de
agencia cívica y ciencia ciudadana para involucrarse en la resolución de esta
crisis, a partir de acciones que contribuyen a la búsqueda e identificación de
personas desaparecidas, de proponer medidas para prevenir la desaparición, y de
exigir al Estado que se les permita participar en la propuesta de una nueva ley
estatal en materia de desaparición forzada. Las participantes del colectivo se
han convertido en expertas en diversos temas: en aspectos jurídicos, de derechos
humanos, antropología forense y uso de plataformas digitales. Al respecto, esta
investigación se enfoca en la manera en que redes sociodigitales,
específicamente Facebook, son usadas como herramienta para amplificar la
información que las participantes colectan y así llegar a otras familias en su
misma circunstancia.
Por Amor a Ellxs comparte en
su página de Facebook información acerca de qué hacer en caso de la
desaparición de un familiar, asesoría sobre la toma de muestras de ADN, fichas
de búsqueda, descripción de cuerpos encontrados en el Servicio Médico Forense
(SEMEFO), demandas al gobierno, información acerca del desarrollo de una ley
estatal de desaparición y de víctimas, así como nombres de personas que se
encuentran en las morgues y que no han sido reclamadas por sus familiares. Su
labor ha contribuido a la identificación de más de 100 personas desde sus
inicios en 2016.
Primero, se presenta un breve
contexto de la crisis de los desaparecidos en Jalisco y de las razones que le
dieron origen a Por Amor a Ellxs. Posteriormente, se realiza una revisión
teórica de los conceptos de agencia cívica y ciencia ciudadana, particularmente
enfocada en el estudio de estrategias creativas fuera de entornos
institucionales y que abonan a la solución de problemáticas sociales, en
especial, en casos como este, que evidencian la incapacidad del Estado para
detentar el monopolio de la violencia legítima. Luego, se explora la creación
de inteligencias colectivas diseminadas en plataformas digitales, que no solo exhiben
las incapacidades institucionales mencionadas, sino que construyen formas de
agencia que empoderan a iniciativas ciudadanas para la generación de acciones
conjuntas y la expansión de la esfera pública.
Para demostrar lo anterior, se
exponen varias de las estrategias del colectivo, que van desde su entrenamiento
en ciencias forenses y política pública en materia de desaparecidos, desarrollo
de manuales de actuación en casos de desaparición y confección de diarios de
búsqueda con información de cuerpos localizados en fosas y morgues hasta la
diseminación de fichas de desaparición, producciones audiovisuales
colaborativas para la generación de opinión pública, entre otros dispositivos.
Esto lo consideramos ciencia ciudadana, la cual se confecciona creativamente
por amateurs que integran y comparten conocimiento procomún (Ostrom 1990), sin
autoría exclusiva y que muchas veces surge de lo invisible y lo marginal,
generando estrategias replicables que, sin necesidad de credenciales
profesionales, alimentan la información de espacios institucionales (Lafuente,
Alonso y Rodríguez 2013).
Dichos resultados fueron
obtenidos a partir de un método mixto, que fue diseñado de acuerdo con las
características de los datos. Por un lado, se realizó una ciberetnografía para
analizar las interacciones en la página de Facebook del colectivo. Se revisó el
lenguaje que se utiliza, los tipos de contenidos que se crean y comparten, las
estrategias de las que se valen para que estos sean visibles para las familias.
Se analizó el proceso de la página para determinar la manera en que las mujeres
fueron adquiriendo conocimientos y cómo estos se ven reflejados en las acciones
que realizan, a partir de la revisión de la página desde su inicio hasta el mes
de agosto de 2019. Para contrastar lo observado, y verificar la validez de las
interpretaciones, se realizaron dos entrevistas en profundidad a dos de las
líderes del colectivo, una sesión de grupo con participantes del colectivo, así
como observación participante en distintas actividades durante tres meses del
verano de 2019 (marchas, reuniones y talleres de capacitación en materia de
búsqueda).
Se concluye
que el dolor y la rabia se canalizan en estrategias de ciencia ciudadana que, a
través de la implementación de saberes experienciales, construyen formas de
agencia de frente a la crisis de seguridad y violencia en México.
2. Por
Amor a Ellxs: #HastaEncontrarlos
El estudio de la desaparición
de personas constituye un fenómeno de gran complejidad por la diversidad de
factores que lo originan. El caso mexicano no es la excepción, pues intervienen
distintos tipos de actores, y existen diversas formas de desaparecer. Al
respecto, hay dos tipologías que surgen para intentar comprender el fenómeno en
el país. Por un lado, se habla de desapariciones forzadas, las cuales se
caracterizan principalmente por la participación de agentes del Estado. Por
otro lado, se presentan desapariciones perpetradas por particulares, en las que
los actores son difusos: pueden darse por sujetos pertenecientes al crimen
organizado, así como por la participación de agentes del Estado coludidos con
dichas organizaciones criminales. De la misma manera, en diversas zonas del
territorio mexicano existen desapariciones de jóvenes, quienes son secuestrados
para formar parte del crimen organizado (Morbiato 2017; Guillén y Petersen
2019).
En Jalisco, como en muchos
otros tantos estados de México, los cuerpos de las víctimas se ocultan, ya sea
en fosas comunes, arrojados a ríos, quemados o disueltos en químicos para que
no puedan ser reconocidos, y de esta forma los delitos permanecen impunes. Los
que llegan a las morgues no son revisados para su posible identificación, sino
que se van acumulando. Es así que las familias no tienen ni siquiera la
posibilidad de llevar a cabo su duelo (Franco 2016).
Con la desaparición, las
familias son víctimas tres veces: cuando su familiar es desaparecido, cuando
las instituciones fallan en su localización, y cuando se tienen que enfrentar a
la estigmatización por parte de la sociedad, pues la desaparición viene
acompañada de estrategias de desprestigio de las víctimas, al ser considerados
como criminales o que tuvieron alguna asociación con el narcotráfico. Así, ante
la opinión pública, se justifica la desaparición de las personas y se les resta
responsabilidad a las instituciones (Robledo 2015). Criminalizar a las víctimas
resulta una estrategia común que impide la formación de acciones colectivas, ya
que produce vergüenza y dificulta la participación ciudadana (Garza 2017, 82).
Jalisco es el estado con mayor
número de desaparecidos en México (Herrera 2019). Las familias han denunciado
que no se agotan las instancias para identificar los cuerpos, y muchos son
inhumados sin que sus familiares puedan reclamarlos. Especialmente perturbador
es el caso en el que el SEMEFO incineró 1559 cuerpos sin identificar entre 2006
y 2015 (Franco 2019).
Derivado de esta tragedia,
surge el 31 de enero de 2016 Por Amor a Ellxs, como un intento de las familias
de encontrar e identificar a sus desaparecidos en la Zona Metropolitana de
Guadalajara. La agrupación se compone por mujeres, principalmente madres,
quienes pertenecían al colectivo Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos en
Jalisco (FUNDEJ), creado en 2013, y del cual deciden separarse por considerar
que este último buscaba alianzas gubernamentales y la institucionalización de
sus reclamos, lo que consideraron comprometía la independencia del colectivo.
De ese momento a la fecha, y bajo el acompañamiento de la Oficina del Alto
Comisionado de la Organización de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
en México, y el Centro para la Justicia, la Paz y el Desarrollo (CEPAD),
participan activamente en comités de búsqueda y mesas de trabajo en la materia,
además de organizar reuniones mensuales entre las participantes del colectivo
(Íñiguez, Lozay y Franco 2016).
Al respecto, informantes de Por Amor a Ellxs nos compartieron las fases que han vivido durante este proceso.
Primero, cuando ocurrieron las desapariciones de sus familiares, experimentaron
miedo, terror, pánico; estas emociones las paralizaron, pero el amor a sus
familiares las movió a la acción y la búsqueda. Segundo, en la búsqueda se
encontraron con autoridades que criminalizaron a sus familiares; en tal
sentido, como dice Garza (2017), el agravio y la sensación de injusticia
permiten que las familias se unan y creen acciones colectivas. De ahí que, en
tercer lugar, las madres de Por Amor a Ellxs se
fueron encontrando con otras mujeres en las mismas condiciones, lo que produjo
orientaciones afectivas (Jasper 2012, 50), como el amor, la solidaridad y el
acompañamiento. Esto que les ha permitido cohesionarse como grupo resulta común
en la conformación de acciones colectivas basadas en irrupciones de emoción
como respuesta a la injusticia y dinámicas de opresión (Goodwin, Jasper y
Polletta 2001).
La gran mayoría de estas
mujeres, antes de la desaparición de sus familiares, no tenían participación activa
en la arena pública. En ese sentido, Victoria Pita (2010, 17-18) analiza la
transformación de la familia en un nuevo actor social. La autora emplea la
categoría familiar para referirse a
sujetos específicos que se han convertido en activistas y cuyo parentesco con
la víctima les confiere cierta legitimidad para protestar y crear formas de
agencia. Esto se convierte en una
categoría política que además está dotada de elementos morales que definen las
relaciones en la protesta. Se trata de un sujeto particular, que se une a la
acción por una experiencia directa de injusticia y no por una orientación
ideológica previa (Zenobi 2013). Además, esto genera identidades comunes y
redes solidarias entre personas que han sufrido estas circunstancias, lo que se
manifiesta con la construcción de capital social (Putnam 2000).
En el caso de Por
Amor a Ellxs, la decisión de organizarse como colectivo surge de la
necesidad de crear una fuerza social que no atomice los esfuerzos de
localización de familiares, y de los pocos resultados que se tienen al actuar
individualmente. Las emociones se canalizaron en acciones, y ante las
autoridades, el colectivo fue logrando atención pública apoyados por otros
públicos solidarios. Sin embargo, pronto comprendieron que tenían que emprender
nuevas acciones que empoderaran sus formas de intervención social: sin olvidar
su participación en espacios de protesta social, comenzaron a participar en
foros y asambleas organizados por el Estado, así como por universidades y
organizaciones no gubernamentales, tales como la Universidad de Guadalajara, el
Tecnológico de Monterrey, la Universidad ITESO, el Comité Internacional de la
Cruz Roja y Amnistía Internacional.
Este tipo de acciones de
agencia cívica les confirió un gran conocimiento en la materia, lo que les
otorgó sensibilidades políticas para conceder entrevistas ante los medios,
realizar proyectos de intervención social con universidades, debatir con
funcionarios públicos y, sobre todo, afinar las estrategias de búsqueda de sus
familiares y la exigencia de una nueva ley estatal en materia de desaparición
forzada. La exigencia y presión de colectivos de búsqueda, como Por Amor a Ellxs, han logrado
producir la Ley General en Materia de Desaparición de Personas en México. La
ley contempla, entre otros temas, los relacionados con la búsqueda, la
declaración de ausencia, los derechos de las víctimas y la creación de un
Sistema Nacional de Búsqueda de Personas (González Hernández, Rinckoar y De
Pina Ravest 2018). Lamentablemente, aún sigue pendiente una ley estatal en la
materia.
El análisis en el presente
artículo versa sobre algunas de las estrategias y acciones que se han llevado a
cabo durante tal proceso. En la siguiente sección, se presentan una serie de
definiciones y conceptos que ayudan a comprender este tipo de fenómenos
sociales desde la resiliencia y la construcción de agencia cívica.
Posteriormente se presenta el análisis de resultados.
3.
¿Qué
hacemos con el horror?: un acercamiento teórico desde la agencia cívica y la
ciencia ciudadana
En 1899, el novelista inglés
Joseph Conrad publica una de sus novelas más conocidas: El corazón de las
tinieblas. En esa obra, el escritor realiza un detallado relato de los
horrores desencadenados por el colonialismo en África Central, donde sus vastos
recursos naturales y la esclavitud se convirtieron en engranajes que
permitieron el desarrollo imperial europeo, particularmente británico, a costa
de la devastación de la naturaleza y de incontables vidas humanas.
La novela de Conrad atestigua
lo que sucedía en África en el siglo XIX: el desangramiento de todo un
continente en nombre de una perversa concepción de progreso, sustentada en la
consideración de la naturaleza como espacio al servicio de los intereses
egoístas del capital y la producción de riqueza (Wright 2005). En la novela,
estas dinámicas de explotación imperial ilustran la metáfora de lo que Neil
Larsen (1995, 44) definiría como gente sin historia: aquella que, ante la
mirada voyerista de sujetos externos, ajenos a la historicidad y las circunstancias
de comunidades locales, observa condescendientemente la catástrofe producida
por la violencia sistémica en estos lugares y de la cual da cuenta en el
momento que atestigua su descenso a la tragedia. De ese modo, los sujetos
externos se convencen de que siempre ha sido así, que esta violencia es parte
de la naturaleza de esa gente, sin reconocer que tal condición ha sido causada
directamente por la objetivación a la que ha sido sometida por lógicas de
determinación de la alteridad y la instrumentalización del territorio.
Estas dinámicas poscoloniales
hacen eco en los discursos contemporáneos del bárbaro, aquel que es definido
más en términos psicosociales que antropológicos (Foucault 2002; White 1985);
es decir, se criminaliza a los sujetos a través de políticas de representación
derivadas de características psicológicas. Con ello, se enfoca la atención en
los conflictos sociales emanados de un horizonte individual y particular, sin
resolver la violencia cotidiana que surge de un contexto mucho más amplio, y
que es determinado por relaciones de poder sustentados en discursos de
exclusión y prácticas divisorias (Lukes 2005).
La crisis de inseguridad en
México no ha sido la excepción a lo anterior, y la estrategia dirigida a
criminalizar a los desaparecidos en el país hace que las instituciones acoten
su responsabilidad en la resolución de un problema que limitan a individuos o
circunstancias particulares, entendimiento que no resuelve las problemáticas
sistémicas que originan el fenómeno. Y lo peor es que los medios repiten esas
mismas políticas de representación, reforzando la construcción de una narrativa
que pocas veces, principalmente en la cobertura de grandes corporaciones
mediáticas, se sale de la lógica planteada por el Estado mexicano: ello
desalienta una cultura de legalidad y transforma al desaparecido en
estadística, despojándole de su humanidad (Lozano 2016; Martínez 2014). Esta
instrumentalización del sujeto convierte a las personas desaparecidas también
en gente sin historia, en vidas que no merecen ser lloradas (Butler 2010).
Como se ha presentado en la
sección anterior, colectivos de familiares de desaparecidos se enfrentan a una
serie de problemáticas burocráticas que no solo obstaculizan su exigencia de
aparición de sus familiares y de búsqueda de justicia, sino que se ven también
estigmatizados en su propio reclamo: la desaparición de sujetos parece
justificarse a través de políticas de Estado en su estrategia para derrotar al
crimen organizado, partiendo del prejuicio de supuestos vínculos o asociaciones
de dichos individuos con grupos criminales, y la poca atención al papel de
intereses económicos y políticos que disputan los mercados de la ilegalidad
(Mastrogiovanni 2014). Así, el desaparecido es instrumentalizado, lo que aliena
a la sociedad contra ella misma: ¿para qué buscar a los desaparecidos si se
disemina sobre ellos la sospecha de la criminalidad? Esta forma de
deshumanización desata dinámicas terriblemente siniestras, que integran lo que
Hannah Arendt (2008, 155) ha definido como la banalidad del mal: aquella
actitud sustentada en el cumplimiento de un deber superior, a costa de
cualquier precio, incluyendo el sufrimiento humano. Esta instrumentalidad
asesina llevó a Adolf Eichmann a decir que “[e]stas son batallas que las futuras
generaciones no tendrán que librar” (Arendt 2008, 155), para justificar la
barbarie de sus actos durante la Solución Final.
Esta banalización del mal se
conecta con indicadores instrumentales de eficiencia que justifican estrategias
de seguridad del Estado, tal como se aseguraba en la administración del
presidente Felipe Calderón (2006-2012) para respaldar su estrategia de guerra
contra el crimen organizado. Ejemplo de ello eran las palabras del entonces
procurador Eduardo Medina Mora, cuando argumentaba que el motivo de la
violencia que se vivía en el país era la lucha entre organizaciones criminales
y no la implementación de una estrategia inadecuada: “[e]sto genera
descomposición y esta descomposición se expresa con violencia, violencia entre
ellos, porque tienen que competir por un pastel más pequeño” (Méndez 2008, 5).
Nunca reconocieron que la violencia se desató a partir del uso del ejército
para funciones policíacas y su poco entendimiento en materia de derechos
humanos, la ineficiente inteligencia militar, el fracaso en la lucha contra la
corrupción y el lavado de dinero, y la complicidad de las fuerzas de seguridad
del Estado y de miembros del gobierno, en todos sus niveles, con organizaciones
criminales (Buscaglia 2013).
Hablar del fracaso en materia
de seguridad pública de las instituciones federales, estatales y municipales es
ya un tema común en la agenda nacional (Ravelo 2012; Hernández 2014). En el
caso de Jalisco, como se ha comentado, el número de personas desaparecidas
tiene niveles de escándalo: historias truncadas de seres humanos arrancadas por
una criminalidad impune y la poca voluntad institucional para darle fin. Y ahí,
resultan pertinentemente dolorosas las palabras de Kurtz, el personaje de la
novela de Conrad, en el momento de su agonía, que aplican trágicamente a la
circunstancia en la que México se encuentra ahora ante la crisis de
desaparecidos: “¡El horror! ¡El horror!”.
La actuación del Estado
mexicano en la búsqueda de soluciones ante el flagelo de la criminalidad, que ha
dañado el tejido social de diversas comunidades, no ha rendido los resultados
esperados. Ante este panorama, diversos grupos de la sociedad civil se han
transformado en agentes ciudadanos y han emprendido una serie de acciones en
contra de esta violencia enquistada y generalizada prácticamente en todo el
país. Este tipo de ciudadano es el que tiene en mente Benjamin Barber (2004)
cuando elabora su argumentación sobre la construcción de una democracia fuerte,
una que pone en el centro la participación de ciudadanos activos asentados en
una plataforma de solidaridad y colaboración comunitaria. Barber contrapone
esta concepción a la de democracia blanda, que se sustenta más en lógicas de
mercado y se exacerba con el individualismo liberal, y que es:
[u]na
política del interés estático, nunca una política de transformación; una
política del negocio y del intercambio, nunca una política de creación e
invención; y una política que concibe a las mujeres y hombres bajo su peor
rostro –con la finalidad de protegerlos de ellos mismos–, nunca al amparo de su
mejor potencial –para conseguir que sean mejores de lo que son– (Barber 2004,
84).
En esa línea, los colectivos
surgen debido a las carencias estructurales del Estado para proveer de
seguridad y justicia. Es decir, ante el dolor, la vulnerabilidad e impotencia
de quienes han perdido familiares surgen dinámicas de agencia cívica que se han
contrapuesto al carácter estático y apático de las instituciones frente a la
crisis. Amartya Sen (2000, 16) elabora su definición de agente como aquel que
actúa y produce cambios, y cuyos logros pueden juzgarse en términos de sus
propios valores y objetivos, independientemente de si también se evalúan o no
en términos de algunos criterios externos. La definición de Sen parece englobar
las concepciones de agencia y empoderamiento que Jay Drydyk (2013, 251) evalúa
de manera separada, pues para este autor, agencia se refiere especialmente al
grado de participación de una persona en un curso de acción o al alcance de las
acciones en las que dicha persona podría participar, mientras que
empoderamiento presupone de hecho un proceso de cambio en el resultado de un
determinado curso de acción.
Los colectivos de
desaparecidos, como el caso de Por Amor a Ellxs, amplían las posibilidades de actuación
de ciudadanos que se involucran de manera directa en tareas de búsqueda,
rebasando a la burocracia gubernamental que, por omisión o colusión, no ofrece
certezas sobre el paradero de miles de personas en condición de desaparecidas.
Guillermo O’Donnell (2010, 4) establece que una comprensión adecuada de la
democracia no solo debe enfocarse en el estudio del conjunto de instituciones y
prácticas que la determinan, sino también debe ser considerada como una fuerza
normativa poderosa, que se basa en la idea de que el ciudadano es un agente, un
ser dotado de razón práctica y capaz de juicio moral. El autor considera que
esta condición convierte al ciudadano en portador de la “personalidad” legal
que subyace y fundamenta sus diversos derechos. Por tanto, si bien el ciudadano
es una persona que puede tener muchos efectos en el mundo, dichos efectos
expresarán agencia solo cuando se hacen conscientemente, a propósito, y con un
propósito (Crocker 2008, 127), tal como las formas de agencia cívica que ha
desarrollado Por Amor a Ellxs.
En la siguiente sección se
presenta cómo este colectivo lleva a cabo estrategias de agencia cívica y
ciencia ciudadana. A través de las redes sociodigitales, Por Amor a Ellxs ha
logrado establecer acciones concretas para implicarse directamente en la
creación de archivos, conocimientos y formas de comunicación sobre este
problema, compartir fichas de búsqueda, elaborar diarios de campo en donde
presentan la información de los cuerpos que encuentran en fosas o en el SEMEFO,
y que pueden llevar a la identificación de personas, ofrecer sugerencias y
recomendaciones para enfrentar procesos burocráticos en la búsqueda de
familiares. Lo que se plantea es que los colectivos, en tanto amateurs, rompen
fronteras del conocimiento obligados por el dolor y la ineficiencia de los
cuerpos de seguridad. Esta construcción de conocimiento se entiende como
ciencia ciudadana, dada su experiencia y formas de innovación social, que se
manifiesta como proceso de resiliencia. Parten, por tanto, de la investigación
extrainstitucional: aquella que sucede fuera de las credenciales concedidas por
instituciones o centros formales de educación, para en su lugar elaborarse a
través de la experiencia y las inteligencias colectivas elaboradas desde la
ciudadanía, apoyados por activistas, académicos y otros profesionales que se
implican en su problemática (Lafuente y Alonso 2011; Callon 2003).
Los amateurs son actores
sociales invisibilizados, que no obstante producen una gran cantidad de
información y conocimiento para la solución de problemáticas de toda índole. La
ciudadanía, en este sentido, se empodera a través de la praxis y la
deliberación: una especie de bricolaje social que otorga autoridad a eso que
Claude Lévi-Strauss (1964) denominó como pensamiento salvaje, es decir, aquel
que es útil, inmediato, práctico.
Por tanto, un amateur no es
alguien que no sabe, sino alguien que carece del reconocimiento institucional, pero
que, como ya se mencionó, transita una ruta extrainstitucional apoyada no solo
por los propios implicados, sino también por otros actores ciudadanos que
también aportan experiencia y conocimiento. Este ha sido el caso de Por Amor a
Ellxs: el conocimiento y las estrategias de acción, que derivan en agencia
cívica, no pueden estar restringidas en estructuras formales que actúan bajo
relaciones de poder, por lo que la comunicación se transforma en guerra de
posición contra discursos unilaterales de participación en el espacio público.
Así, cada vez que un colectivo se hace visible, se ensancha dicho espacio que
le da cabida a formas alternativas de vida social y exigencias de justicia. De
la misma manera, al no sujetarse única y exclusivamente a lo propuesto por el
marco legal en la búsqueda de desparecidos, sobre todo cuando hay elementos
para sospechar de la colusión de las autoridades con grupos criminales, es que
cobra sentido el derecho a la desobediencia civil, en tanto “acto público, no
violento consciente y político, contrario a la ley, cometido habitualmente con
el propósito de ocasionar un cambio en la ley o en los programas de gobierno”
(Rawls 1997, 332).
Consideramos que Por Amor a
Ellxs logra extender la concepción de agencia cívica de manera involuntaria, a
partir de una circunstancia de tragedia que nunca debieron haber padecido, y
que se deriva del fracaso del Estado en reclamar el monopolio de la fuerza
legítima para sí mismo (Weber 2008, 156). Al final, el concepto de ciudadanía,
en tanto discurso, también se somete a injerencias de relaciones de poder que,
a través de estructuras de opuestos binarios entre experto y amateur, intenta
acotar la participación o desprecia otras formas alternativas derivadas de la
extrainstitucionalidad aquí expuesta. Y no solo ello, sino que, bajo las
dinámicas de la différance (Derrida 1996), si las instituciones
del Estado no son capaces siquiera de reclamar el mencionado monopolio de la
fuerza legítima, las formas de agencia cívica y de prácticas fuera de las
instituciones, abre las posibilidades para ejercer una ciudadanía que pospone
sus definiciones hacia rutas más solidarias y empáticas. Así, las inteligencias
colectivas postergan cada expresión de agencia cívica y reclaman la
intervención de otros actores que innovan la práctica de la política en el
espacio público.
4.
El
proceso de Por Amor a Ellxs
La
página de Facebook del colectivo fue diseñada tanto por las integrantes como por
otros familiares y activistas, y fue enriquecida por la participación de
académicos, periodistas y
defensores de derechos humanos. Pronto, se fueron familiarizando con la red y
descubrieron que las acciones que ellas realizaban en dicha plataforma tenían
más impacto que las acciones en el espacio público; actualmente tienen más de
33 000 seguidores. En un primer momento, las madres del colectivo crearon
fichas de búsqueda de sus hijos, en las que aparecía la foto de la persona, su
edad, el día de la desaparición, el lugar hacia donde se dirigía o se
encontraba y algunas señas particulares. Todas estas fichas llevaban el logo de
la organización.
Esta práctica se volvió más
común, y otras familias de desaparecidos, sin participar directamente con
ellas, tuvieron conocimiento de la página y la labor de Por Amor a Ellxs, y
fueron integrando también ahí las fichas de sus familiares para que fueran
compartidas en Facebook. Cada vez eran más fotos, incluso personas fuera del
colectivo acudían a ellas. Así, decidieron seguir compartiendo fichas, pero sin
el logo del colectivo. Posteriormente, fueron compartiendo fotos de las
personas desaparecidas, con la información que sus propias familias autorizaban
difundir.
Al mismo tiempo, el colectivo
llevó a cabo acciones offline que
pronto les darían conocimientos posteriores para seguir alimentando la página.
Comenzaron a tener visitas constantes al SEMEFO, para revisar fotografías de
cuerpos de personas que eran albergadas en el lugar, con el objetivo de buscar
a sus desaparecidos y de darle identidad a todos. Al descubrir que era
desgastante y revictimizante la forma en que estas fotografías eran
presentadas, sobre todo al revisar los archivos más antiguos, deciden dividirse
en grupos y categorizar las imágenes por años: la información en la página, por
supuesto, no era la imagen, sino una descripción textual de las condiciones del
cuerpo, señas particulares y tatuajes.
El 12 de agosto de 2018
aparece la primera publicación en Facebook sobre cuerpos que se encuentran en
SEMEFO. Se trató de la descripción de cuerpos encontrados en una fosa común en
Juanacatlán, un municipio del estado de Jalisco. A una de las mujeres se le
ocurrió tomar nota de cada elemento que veía que podía servir para identificar
a la persona. Esas notas se fueron perfeccionando, y pasaron de ser notas
escritas, a dibujos y recortes que diseñaban con las características que iban
encontrando. Cada descripción iba acompañada del número de archivo y carpeta de
SEMEFO, tal como se observa en la imagen 1:
Imagen 1. Cuaderno de notas
Fuente: Página de
Facebook de Por Amor a Ellxs.
Los usuarios que seguían la página
empezaron a interactuar con los contenidos, tal como se observa en los
comentarios vertidos en las publicaciones del sitio. Actualmente, la página
comparte descripciones de cuerpos, nombres de personas identificadas, pero no
reclamadas. Cuando tienen información de que se van a inhumar cuerpos sin
identificar, alertan a las familias para que acudan y exijan que se los
muestren primero.
En lo general, la información
que comparten en la página de Facebook se divide en tres grandes temas: la
desaparición como fenómeno que debe preocupar a la población en general, la
figura del desaparecido, y la propuesta de nuevas políticas públicas. En el
primer tema, las mujeres se enfocan en dos puntos: evitar que más personas
desaparezcan, mediante la transmisión de medidas de prevención y sobre qué
hacer en caso de una desaparición. Al respecto, a partir de las entrevistas,
comentaron que cuando sus familiares desaparecieron, no tenían conocimiento de
dichas medidas y ahora no quieren que las familias de los nuevos desaparecidos
pasen por lo mismo que ellas. Aseguran que, si se realizan acciones inmediatas,
aumentan las posibilidades de encontrar al desaparecido con vida.
En cuanto al segundo tema, la
información se enfoca propiamente en las acciones de búsqueda del desaparecido.
Se comparten fichas de búsqueda, las cuales han ido variando conforme han
adquirido experiencias, se pasa de fichas donde aparece el cuerpo completo, a
enfocarse en señas particulares como tatuajes o cicatrices. Se da información
sobre el último paradero de la persona, y datos de la misma. Cuando las mujeres
ven fotografías de cuerpos sin reclamar, comparten toda la información posible:
si tiene un probable nombre, una descripción física, la fecha de llegada al
SEMEFO, entre otras cosas.
En cuanto a la propuesta de
políticas públicas, la información se enfoca en tres puntos: la exigencia de
una nueva ley estatal de desaparición, una Ley de Víctimas y el Procedimiento
de Declaración de Ausencia. En el gráfico 1 se presenta un mapa explicativo de
todas estas acciones:
Gráfico 1. Información que
comparte Por Amor a Ellxs en su
sitio de Facebook
Elaboración
propia.
5.
Estrategias
de búsqueda e identificación: Facebook como amplificador de información
Como el objetivo principal es encontrar
a sus desaparecidos, las mujeres del colectivo han tenido que tomar acciones,
pues aseguran que las instituciones no cumplen con su deber de dar identidad a
los cuerpos que se encuentran en las morgues ni buscan a las personas
declaradas como desaparecidas. Al respecto, han ideado estrategias que han
permitido que varias personas sean identificadas y encontradas. Estas acciones
varían dependiendo de si se está buscando a una persona específica o si se
pretende identificar un cuerpo hallado. Cuando se trata de buscar, las mujeres
crean y comparten fichas de búsqueda diseñadas por ellas mismas, y cuando se
trata de darle identidad a un cuerpo que reposa en el SEMEFO, se valen de
información obtenida en las carpetas del forense, junto con información recabada
a partir de la observación de fotografías. En el gráfico 2, se observan las
características que registran, para posteriormente publicarlo en su sitio de
Facebook:
Gráfico 2.
Caracterización del desaparecido en la página de Facebook de Por Amor a Ellxs
Elaboración
propia.
El proceso de formación en
ciencia ciudadana es notorio. Por Amor a Ellxs ha adquirido conocimientos de
identificación de cadáveres a través de cursos y talleres que han gestionado
con el propio SEMEFO y otros organismos como el Comité Internacional de la Cruz
Roja, tanto para capacitarse en antropología forense como para informarse en
materia de derechos humanos y diseño de políticas públicas. Así, sus acciones
se han ido transformando conforme van encontrando mejores estrategias. Una de
ellas es el registro de los tatuajes de personas desaparecidas para facilitar
su identificación, tal como aparece en la imagen 2. El colectivo comenta que
las imágenes se comparten más en Facebook que las propias fichas de búsqueda:
Imagen
2. Tatuaje
Fuente: Página de Facebook de Por Amor a Ellxs.
Cuando se trata de la
identificación de un cuerpo, el colectivo comparte en su página algunas características,
como se muestra en la imagen 3:
Imagen 3.
Información sobre cuerpos en el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses
Fuente: Página de Facebook de Por Amor a Ellxs.
Por
Amor a Ellxs explica
que, al morir una persona, su cuerpo se va transformando drásticamente con el
paso de las horas, especialmente si ha sido una muerte violenta. Por tanto,
deben recurrir a señas particulares para identificarlo. De ahí que se priorice
en sus fichas estos tatuajes o señas particulares.
Otra de las estrategias
utilizadas por el colectivo que más ha llamado la atención, y que ha sido
replicado por otros colectivos, es el uso de diarios de campo o bitácoras para
crear fichas con descripciones de cuerpos encontrados en las morgues o en fosas
clandestinas. En Jalisco está prohibido compartir fotos de cuerpos en redes
sociodigitales, por lo que hacen representaciones gráficas que den pistas a la
identificación de la persona. En libretas en papel, que posteriormente publican
en Facebook, describen detalladamente los cuerpos que les son mostrados en la
morgue a través de fotografías, como se observa en la imagen 4:
Imagen 4. Recortes en bitácoras
Fuente: Página de
Facebook de Por Amor a Ellxs.
6.
Conclusiones
Las acciones tanto individuales
como colectivas son motivadas por emociones (Castells 2012, 30). El miedo es la
emoción negativa más potente y tiene un efecto paralizante. En cambio, la
indignación produce acción. Cuando hay una sensación de injusticia, la
indignación aumenta. El miedo genera una necesidad de buscar mantenerse seguro
y esto se manifiesta en la inacción. Para superar el miedo, el actor se reúne
con otras personas y así la indignación pasa a primer plano y el actor puede
arriesgarse y actuar. Con esto aparece la emoción que Castells (2012) considera
es la más potente y positiva: el entusiasmo, el cual empodera a los actores y
se transforma en acciones colectivas.
Las mujeres de Por Amor a
Ellxs hablan de las emociones que han experimentado en su proceso. Y coinciden
en que un primer momento imperaba el miedo, sobre todo porque estaban solas y
vulnerables. Fue cuando se unieron entre ellas que transformaron ese miedo en
acción, impulsado por emociones morales como la indignación. Como sucede en
otros colectivos sociales, con el tiempo, las mujeres han ido creando vínculos
entre ellas, basados en la confianza y el amor, lo que ha proporcionado una
identidad común (Jasper 2012, 54) que ha ido fortaleciendo las redes solidarias
entre ellas.
Sus acciones han sido
contundentes gracias a que han canalizado sus primeras reacciones emocionales y
se han transformado en emociones que Alice Poma y Tommaso Gravante (2014, 22)
denominan como de alta intensidad. Al darse la acción, surgen nuevas emociones
como la alegría, la solidaridad y la hermandad, como sugieren los autores. Al
respecto, Fernández Poncela (2013) explica que, con el tiempo, estas emociones
producen lazos de amistad y confianza, solidaridad y afecto entre los sujetos,
que se fortalece al contener identidades colectivas basadas en elementos
culturales y emocionales. Con el tiempo se construyen sentimientos como el
amor, el orgullo y el entusiasmo, lo que une y fortalece las acciones
colectivas. Las mujeres de Por Amor a Ellxs se unieron y buscaron distintos tipos
de ayuda para pasar del terror a la acción, generando agencia cívica que
canalizó su dolor hacia formas virtuosas de intervención. En este proceso han
recibido apoyo de distintos sujetos: activistas, defensores de derechos
humanos, periodistas, académicos, psicólogos, entre otros. Cada sujeto ha
contribuido de alguna manera a esta causa. Ellas mismas comentan que, gracias
al apoyo psicológico que han recibido, han podido actuar y vencer el estado de
pánico en el que se encontraban. Además, han recibido capacitaciones en
antropología forense, y tienen certificaciones que les permiten realizar
búsquedas en campo. También, han recibido talleres sobre derechos humanos,
donde han aprendido sobre sus derechos como víctimas, de qué manera pueden
exigirlos y qué mecanismos legales pueden utilizar.
Todo esto ha generado un
gran conocimiento de amateurs que incluso han sobrepasado las capacidades de las
instituciones en la materia, lo que hace evidente la manera en que la ciencia
ciudadana también se inserta en condiciones graves de violencia e inseguridad.
Esto ha generado, además, procesos colaborativos, de inteligencia colectiva,
que creativamente ofrecen alternativas a personas que tienen la desgracia de
sufrir la desaparición de un familiar.
Hasta el momento, sus
acciones han generado resultados importantes, tal como la identificación de más
de 100 personas, de las cuales 50 fueron encontradas con vida, y 20 eran niñas
que habían sido secuestradas para ser explotadas sexualmente. Han logrado que
sean tomadas en cuenta para la creación de una nueva ley estatal de
desaparición, como participantes fundamentales, pues en sus propias palabras,
esta ley no se puede crear sin la participación de las familias. Es por eso que
constantemente comparten discursos o hashtags como #SinLasFamiliasNo.
Es pertinente mencionar
que instituciones y funcionarios siguen lo publicado en su página de Facebook,
para así cotejar la información que poseen con lo que ellas generan. Esto
también ha abonado a la identificación de personas. Los resultados obtenidos
por el colectivo en parte de deben a que estas mujeres han decidido romper el
silencio que acompaña a la desaparición, transformar el miedo y poner el tema
ante la opinión pública, denunciando tanto la desaparición como la
incompetencia y saturación de las instituciones. Gracias a la información que
han compartido en su página incluso la comunidad internacional ha tenido
conocimiento de lo que ocurre en Jalisco. Con ello, se han convertido en uno de
los actores importantes en el establecimiento del tema en la agenda de medios
no solo locales, sino también nacionales e internacionales. Lamentablemente, su
labor seguirá siendo necesaria mientras el horror no termine.
Apoyos
Esta investigación forma parte
del proyecto I+D “Ciberactivismo, Ciudadanía Digital y Nuevos Movimientos
Urbanos” del Programa Estatal de Fomento de la Investigación Científica y
Técnica de Excelencia, Subprograma Estatal de Generación de Conocimiento
(Referencia: CSO2016-78386-P), Universidad de Sevilla, España. www.cibermov.net
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