Temas
Justicia reparativa frente a los legados de la
esclavitud en el Caribe. Perspectivas interregionales
Reparative Justice Vis-a Vis the legacy of slavery in
the Caribbean. Interregional perspectives
Dra. Claudia Rauhut. Profesora invitada del Departamento de Antropología Social del Instituto
de Estudios Latinoamericanos, Freie Universität Berlin (Alemania).
(rauhut@zedat.fu-berlin.de) (https://orcid.org/0000-0002-7002-4329)
Recibido: 06/10/2020 – Revisado: 08/12/2020
Aceptado: 21/05/2021 – Publicado: 01/09/2021
Cómo citar este
artículo: Rauhut, Claudia. 2021. “Justicia reparativa frente a los legados de la
esclavitud en el Caribe. Perspectivas interregionales”.
Íconos. Revista de Ciencias Sociales 71: 161-178. https://doi.org/10.17141/iconos.71.2021.4700
Este
trabajo versa sobre los reclamos actuales acerca de las reparaciones por los
crímenes y los daños que la trata transatlántica de personas africanas y los
sistemas eslavistas causaron a las Américas. Lanzado por numerosos actores en
distintos contextos histórico-globales, constituye en la actualidad un tema
central en la agenda del activismo afrodescendiente, sobre todo en el Caribe
anglófono y en los EE. UU.; también se discute en América Latina, dentro del
enfoque de afrorreparaciones. En este artículo se analiza la movilización por
la causa en el Caribe anglófono, la agenda por una “justicia reparativa”
proveniente de la Comisión de Reparaciones de CARICOM
–compuesta principalmente por los países que eran colonias británicas– y la
demanda que se dirige a los gobiernos europeos. A partir de una investigación
empírica sobre el caso de Jamaica, en este texto se exponen los principales
argumentos de los activistas a favor de la reparación, así como las áreas de su
movilización: educación pública, trabajo de concientización y reconstrucción de
archivos que evidencian los efectos económicos de la esclavitud. Luego se
aborda la agencia de los activistas en las redes y los debates transnacionales. Por último, se reflexiona sobre los distintos
acercamientos a la temática de la reparación desde un enfoque interregional, incluyendo
una perspectiva desde del Caribe hispanoparlante:
la de Cuba.
Descriptores:
afrorreparaciones;
Caribe anglófono; esclavitud; Jamaica; justicia reparativa; reparaciones
históricas.
Abstract
This paper deals with the current demands of
compensation for the damages and crimes caused by the transatlantic slave trade
of African persons and from the institution of slavery in the Americas. This
proposal has been put forward by many actors and in different global historical
contexts and it is currently is fundamental issue in
the agenda of Afro-American activism, especially in the English- speaking
Caribbean and in the United States. This topic is also under discussion in
Latin America as a part of the “afro-reparations” approach. The article
analyzes the mobilization around this issue in the English-speaking Caribbean,
the “reparative justice” agenda put forward by the CARICOM Reparations
Commission- mainly composed by former British colonies in the Caribbean-, and
the demands directed against European governments. Using data collected in
Jamaica, this text exposes the main arguments presented by advocates of
reparations, as well the arenas where they have been more active: public
education, awareness raising campaign and archival reconstruction of
documentation evidencing the economic impact of slavery. Next, the activity of
advocates in the social media and in transnational debates is discussed.
Finally, consideration is given to the different approaches to the topic of
reparations seen from an interregional perspective, focusing in
viewpoints drawn from Cuba as a case representing the Spanish-speaking
Caribbean.
Keywords: Afro reparations; English-speaking Caribbean, slavery,
Jamaica, reparative justice, historical reparations.
1.
Introducción
En esta contribución analizo la agenda de la Comisión
de Reparaciones de la Comunidad del Caribe (CARICOM) y los argumentos
principales planteados por los líderes caribeños. Después de una introducción
al contexto histórico-global del Caribe, enfatizo el papel fundamental de
Jamaica, país precursor dentro de la región y en la lucha mundial por las
reparaciones. Con base en una investigación
antropológica realizada entre 2014 y 2017 en Kingston, reconstruyo el ámbito
nacional y transnacional en el cual los activistas de Jamaica se movilizan por
la causa. Analizo sus narrativas y demandas, sus campañas y discursos públicos,
en los cuales abogan por una justicia reparativa en cuanto a los largos efectos
causados por la esclavitud. Concluyo con una breve reflexión sobre la
necesidad de enfocar la temática desde una perspectiva interregional que va más
allá del Caribe anglófono, incluyendo incluso el contexto cubano. Finalmente,
argumento que las reclamaciones del Caribe contribuyen en gran medida a la
revitalización de las cuestiones globales de reparación por la esclavitud y
otras injusticias históricas en la academia y la política.
La región del Caribe ha experimentado la historia más
larga de esclavitud y colonialismo en el mundo entero. A través de la llamada trata
transatlántica entre los siglos XVI y XIX, al menos 12,5 millones de africanos
esclavizados fueron trasladados por la fuerza desde su tierra hasta las Américas
(Eltis y Richardson 2010). La explotación de su mano
de obra en las diversas economías de plantaciones en el Caribe, por un lado, y
las ganancias obtenidas por la exportación de azúcar y otras materias primas,
por otro, se convirtieron en la principal fuente de la industrialización y
riqueza de Europa occidental.
Los devastadores daños materiales e inmateriales, en
particular para las sociedades caribeñas y sudamericanas posteriores a la
esclavitud, siguen acechando el presente. Las antiguas colonias europeas en el
Caribe todavía tienen que enfrentar los problemas causados por siglos de esclavitud,
dominación colonial, explotación económica, racismo y desestabilización social.
Todos estos factores han arraigado profundamente los patrones de un pensamiento
colonial y han reforzado las desigualdades sociales por motivos de raza, etnia,
clase, género, sexualidad y religión. No fueron superados después del fin
formal de la esclavitud, sino que continúan reproduciéndose y transformándose
en las sociedades caribeñas contemporáneas.
Las colonias británicas fueron las primeras donde se
abolió la esclavitud, en 1834, pero la dominación colonial continuó durante más
de un siglo. Después de las independencias formales de los años 60 del siglo XX,
las potencias coloniales europeas han dejado a los países del Caribe anglófono
subdesarrollados y mal equipados en cuanto a la economía, la educación y los
sistemas sociales, junto con una prevención de la soberanía política nacional (Lewis
2013). Países como Jamaica o Barbados entraron con un 70 % de
analfabetismo a la independencia. En lugar de facilitar un desarrollo adecuado
de la economía nacional, la extracción de recursos por empresas extranjeras
continuó y se les obligó a los gobiernos recién conformados a aceptar créditos
de bancos mundiales que conducían a estos países sistemáticamente a la trampa
de una deuda que aún les afecta gravemente.
Los gobiernos europeos nunca han abordado su papel
colonial en la región, ni los crímenes cometidos durante la esclavitud y el
colonialismo ni los legados consecutivos que persisten en forma de
desigualdades en cuanto al desarrollo económico y social y en forma de patrones
coloniales como la discriminación racial al nivel nacional y global. Contra
esta posición de negación por parte de los antiguos poderes coloniales de
Europa, en el Caribe numerosas persones e instituciones, tanto civiles como
estatales, se han opuesto en diferentes momentos históricos. Probablemente el más claro llamado a la acción contra esta
actitud en la actualidad proviene de la Comisión de Reparaciones de CARICOM (CARICOM Reparations
Commission 2014), una organización interregional
civil establecida en 2013 bajo de la comunidad de los Estados caribeños de la CARICOM,
compuestos principalmente por los países anglófonos que eran colonias
británicas. En el 2014, sus primeros ministros firmaron un plan de acción de diez puntos por una “justicia reparativa”
en cuanto a la esclavitud y sus legados, elaborado por la Comisión de
Reparaciones (CARICOM 2014). Busca particularmente involucrar a los gobiernos
europeos en un diálogo al considerarlos Estados sucesores de las antiguas
potencias coloniales que organizaron activamente la trata y los sistemas de esclavitud
en las Américas y se beneficiaron de ellos, como Gran Bretaña, Francia, España,
Portugal, los Países Bajos y Dinamarca.
El término justicia reparativa apela en un sentido más
amplio a “reparar un daño” e implementar medidas de compensación simbólica y
material, que se reclaman aquí como inversión en infraestructura dentro de las
sociedades caribeñas. Como cuestión clave, vincula en su agenda los problemas
fundamentales de desarrollo en las sociedades caribeñas con los patrones de
desigualdad causados por la esclavitud y sus legados que han conducido a daños
estructurales persistentes. En consecuencia, las reparaciones no se consideran
medidas individuales, sino medidas colectivas para toda la sociedad. Están
diseñadas para recompensar las desventajas sociales y económicas y combatir la
discriminación racial de la población afrodescendiente que forman la gran
mayoría de la población en muchas antiguas colonias británicas, en Jamaica, por
ejemplo, alrededor del 92 % (Statistical Institute of
Jamaica 2011).
Por lo tanto, se aspira a programas dirigidos al
bienestar de la sociedad en total a través de inversiones en infraestructuras en los campos de la educación, la salud, la cultura. Además,
requiere una transferencia de tecnología y conocimientos, así como una
cancelación de deudas externas (CARICOM Reparations Commission 2014). La tarea de enfrentar los legados vivos
de los crímenes e injusticias de la esclavitud no se puede limitar a los países
del Caribe, sino que se debe dirigir a los gobiernos de Europa para que asuman
mayor responsabilidad histórica. Este enfoque externo, el cual se enfatiza
aquí, está sin embargo acompañado por necesarios diálogos sobre problemas
internos dentro de los países caribeños.
2.
La lucha por reparaciones en su contexto
histórico-global
El alcance de los reclamos actuales en el Caribe no se
puede entender sin mencionar las numerosas luchas históricas anteriores por
iniciativas individuales y organizadas en toda la región, involucrando a
diversas personas en diferentes periodos levantando sus voces contra la
esclavitud y la dominación colonial. Las propias personas esclavizadas
practicaban múltiples formas de resistencia como el cimarronaje o las
sublevaciones urbanas y rurales, algunas iban a los tribunales para reclamar
compensación por los daños sufridos en forma de dinero, tierras, propiedades o animales
(Laó-Montes 2011; Thompson 2006; Scott y Zeuske 2002).
El activismo organizado en favor de las reparaciones
por la esclavitud se conoce, tanto en la literatura académica como en el
discurso político, sobre todo por el caso de Estados Unidos. Los llamamientos respectivos
se incluyeron, por ejemplo, en el panafricanismo a principios del siglo XX, en la
Universal Negro Improvement Association,
de los años 20, en el movimiento por los derechos civiles y del Poder Negro
desde los años 60 o en organizaciones como National Coalition of Blacks
for Reparations in America (N’COBRA) desde 1987 (Martin y Yaquinto
2007; Ogletree 2003). En cuanto al Caribe anglófono, los
rastafarianos de Jamaica fueron los primeros que
reclamaron, desde los años 50, su repatriación a África como parte de la reparación
(Chevannes 1994).
Varios intelectuales caribeños de mediados del siglo
XX, inspirados por el marxismo, como C. L. R. James,
Aimé Césaire, Frantz Fanon o Walter Rodney, han
apelado a la culpabilidad que tiene Europa frente a los pueblos colonizados,
enfatizando las interrelaciones constitutivas entre las sociedades europeas y
las excolonias. Al mismo tiempo, han escrito en contra de la negación,
devaluación e inferiorización de las prácticas
africanas por parte de los valores y discursos hegemónicos coloniales y
blancos. Fanon (1961) estaba profundamente
comprometido en las luchas anticoloniales de liberación en África y analizó la
interrelación estrecha entre desarrollo y subdesarrollo como resultado de la
esclavitud y del colonialismo; en su obra principal Les damnés de la terre,
ha planteado argumentos en favor de la reparación. Más explícitamente argumentó
el historiador Eric Williams (1944), de Trinidad y Tobago, en su obra clásica Capitalism and Slavery
al demostrar los lazos económicos entre la industrialización británica y la
esclavitud transatlántica –en particular la del Caribe–. De manera similar,
Walter Rodney (1972) afirmó que Europa se desarrolló gracias
al trabajo forzado de los africanos esclavizados mientras largas regiones de
África fueron sistemáticamente despobladas y subdesarrolladas. Todas estas
obras pioneras del pensamiento radical caribeño que han inspirado a
generaciones de estudiosos, siguen siendo fuentes clásicas en las cuales se
basan también los activistas que solicitan la reparación.
Un paso clave por el avance global del tema ha sido la
Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y
las Formas Conexas de Intolerancia, patrocinada por las Naciones Unidas en
Durban, Sudáfrica, en 2001. En la declaración final se reconoció, por primera
vez a nivel mundial en organizaciones internacionales como la ONU, que la
esclavitud fue un crimen de lesa humanidad y que causó marginación estructural
y discriminación racial que aún persisten. Y que afectan directamente la vida
de las personas afrodescendientes (Naciones Unidas 2001).
Como el aspecto de las
reparaciones se quedó corto, la
Comisión de Reparaciones de CARICOM se ha propuesto profundizar esta parte y desarrollar
demandas más concretas a los gobiernos europeos. El alto
alcance del reconocimiento público y político de su agenda se refleja en el
apoyo por primera vez no solo de activistas comunitarios, rastafarianos
o defensores de los derechos humanos, sino también por gobiernos nacionales y
organizaciones internacionales. La agenda fue firmada por los primeros ministros
de casi todos los Estados miembros de CARICOM, así como por los gobiernos de
Cuba y Venezuela, y por las asociaciones regionales como la Comunidad de
Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC 2014) y la
Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Cubadebate
2014; Reparación del Colonialismo 2015). Además, tanto la agenda concreta como
la relevancia más amplia del tema “Slavery Reparations” se han extendido globalmente a través
de una alta presencia mediática y su recepción por parte de otros grupos en
favor de reparación en todas las Américas y en Europa.
Un grado considerable de este éxito se debe al
compromiso extraordinario de dos líderes: el profesor Sir Hilary Beckles, quien ha presidido la Comisión desde 2013, y la
profesora Verene Shepherd,
una de las vicepresidentas, colíder del Comité Nacional de Reparaciones en
Jamaica desde 2012 y actualmente directora del Centro de Investigaciones sobre
Reparaciones en la Universidad de las Indias
Occidentales en Kingston. Ambos trabajan en estrecha colaboración. Son
conocidos por sus importantes obras sobre la historia de la esclavitud, la
abolición y la emancipación en el Caribe y sobre la resistencia contra la
colonización y la esclavitud de los pueblos indígenas y africanos. Ambos son
frecuentemente solicitados por medios de comunicación nacionales e
internacionales, organizaciones civiles y estatales y universidades de todo el
Caribe, Estados Unidos y Europa para dar conferencias y entrevistas sobre el
caso caribeño de las reparaciones.
El profesor Beckles enseñaba
historia económica en la Universidad de las Indias Occidentales en Barbados y
actualmente es vicerrector de la Universidad de las Indias Occidentales. En su
ampliamente citado libro Britain’s black debt. reparations for caribbean slavery
and native genocide (2013), el cual se convirtió
inmediatamente en un manifiesto político para las reivindicaciones actuales en
el Caribe, enfatiza el aporte de los protagonistas caribeños en el movimiento
global por reparaciones desde una perspectiva histórica. Destaca el papel
crucial de Haití no solo como el primer país que abolió la esclavitud en una revolución
protagonizada por los esclavizados (1791-1804), sino también como paradigma en
el reclamo actual por reparaciones. Señala el año 2004, cuando el presidente Jean-Bertrand
Aristide pidió a Francia que devolviera los 21
millones de dólares que Haití tuvo que pagarle desde 1825 para ser reconocido
como Estado independiente, como la “primera vez que un gobierno caribeño
poscolonial presenta una solicitud oficial de reparación a un gobierno europeo”
(Beckles 2013, 214).[1] El
enfoque de alentar a los Estados en vez de los empresarios privados también es
fundamental para la perspectiva del CARICOM, como luego veremos.
Por su parte Shepherd,
además, ha movilizado activamente en su mandato dentro del Grupo de Trabajo de
Expertos sobre los Afrodescendientes de las Naciones Unidas para incluir el
tema de las reparaciones en el Decenio Internacional para los Afrodescendientes,
2015-2024 (Naciones Unidas 2015).
3.
El caso de Jamaica: activismo y argumentos en favor de
las reparaciones
Jamaica asume un papel protagónico en la lucha mundial
por las reparaciones. Los rastafarianos, una
comunidad cultural-religiosa formada en los alrededores de Kingston hacia 1930,
siempre han señalado la necesidad de hablar de la esclavitud a través de la
lente de la justicia reparativa. Desde la década de los 50, algunos rastafarianos solicitaron a la reina británica que facilite
su repatriación a África como una forma de reparación (Blake Hannah 2006; Chevannes 1994). Los rastafarianos
también participaron en las conferencias mundiales y finalmente son
representados dentro del Consejo Nacional de Reparaciones que se fundó en el
2009; el primer consejo en el Caribe con el apoyo del Estado de Jamaica (Shepherd et al. 2012). Dicha entidad está compuesta por
académicos de la Universidad de las Indias Occidentales, por abogados,
activistas de derechos humanos y periodistas, muchos de ellos implicados en la
lucha desde los años 80.
Las entrevistas que realicé durante mis
investigaciones antropológicas, en el 2014 y 2017 me permiten analizar los
argumentos y narrativas que reconstruyen los legados de la esclavitud y del
colonialismo para luego generar una movilización política en favor de
reparaciones.[2]
Mis interlocutores afirmaron que mucha gente es consciente de las injusticias
cometidas en la esclavitud, pero, por ejemplo, el conocimiento productivo sobre
los vínculos entre ese pasado y sus consecuencias actuales han sido
sistemáticamente desatendido o suprimido por un sistema de educación basado en
un modelo eurocéntrico británico que silenciaba o glorificaba el pasado
colonial (entrevista a Rupert Lewis, 10 de marzo de 2014).
También, durante mucho tiempo, en el discurso público
no se prestó atención a la memoria de la esclavitud y menos aún a la cuestión
de las reparaciones. Por esta razón, se efectúan campañas en todo el país para
crear mayor conciencia, en particular para llegar a las personas fuera de los
contextos académicos y de activismo. Por ejemplo, han producido un clip por la
radio, han organizado varias conferencias públicas, talleres en escuelas,
colegios e iglesias, así como en centros de trabajo y sindicatos, y han
convocado varios foros de jóvenes sobre reparaciones, en cooperación con
instituciones culturales reconocidas. Verene Shepherd, además, ha logrado junto con un equipo de colegas
universitarios y maestros que se incorpore la historia de la esclavitud y sus consecuencias
en los currículos de las escuelas secundarias y los colegios. Se argumenta que solo con una
conciencia histórica sobre la interrelación
causal entre la esclavitud y las desigualdades globales y discriminaciones
raciales persistentes se puede encaminar la lucha para superar tales
consecuencias. Además, se
espera obtener más apoyo para la causa de las reparaciones, primero
internamente en Jamaica y en el Caribe y luego, para encaminar una conversación
política con los gobiernos y la sociedad civil de Europa (entrevista a Verene Shepherd, 27 de febrero de
2014).
Mientras que los colonizadores y su legado colonial en
el Caribe impusieron durante mucho tiempo y en gran medida lo que debería ser
recordado como parte de la historia, las personas que entrevisté refuerzan la
producción de un conocimiento que recupere las narrativas silenciadas y que
rompa con las historiografías eurocéntricas. Los activistas jamaicanos señalan entonces la necesidad de concienciar no solo
sobre la historia de la esclavitud, sino también sobre la revalorización de las
prácticas africanas y afrocaribeñas que han sido marginadas y sus seguidores
criminalizados durante siglos por órdenes y prejuicios coloniales y racistas en
casi todas las Américas.
En referencia a las
tradiciones africanas como fuentes importantes de identificación y de
conocimientos (entrevista a Miguel Lorne, 3 de marzo de
2014) observo cierta semejanza con los motivos de los protagonistas de la “reafricanización” dentro de las religiones afroatlánticas, como la santería cubana o el candomblé
brasileño (Palmié 2008; Frigerio 2004; Rauhut 2014, 2013). El concepto de reparación involucra toda una
dimensión de reevaluación y revitalización de las prácticas sociales,
culturales y religiosas afrocaribeñas. Así reclama la agenda de la CARICOM en
su punto 4 sobre las inversiones para construir instituciones culturales,
museos y centros de investigación, con el fin de promover conocimientos sobre
la esclavitud y sobre el aporte africano a las sociedades caribeñas, y luego
facilitar intercambios con países de África (CARICOM Reparations
Commission 2014).
4.
La indemnización a los esclavistas británicos: otro
argumento en favor de la reparación
Como argumento central en favor de las reparaciones
actuales –que analizo con más profundidad en Rauhut (2020)–,
los activistas de Jamaica rescatan archivos históricos sobre la indemnización a
los esclavistas británicos. Cuando en las colonias británicas del Caribe se logró
la abolición de la esclavitud en 1834, los dueños de los esclavizados fueron
indemnizados por su “pérdida de propiedad”. Recibieron en total 20 millones de
libras de oro del Parlamento británico en compensación del valor total que habían
pagado en la compra de esclavos. Esto fue “el precio de la emancipación” como
lo llamó Nicholas Draper (2010),
historiador e integrante de un equipo de investigación interdisciplinario de la
University College of London (Hall et al. 2014).
A partir de diversos datos empíricos de archivos, los
investigadores reconstruyen en detalle la cantidad de dinero que han recibido
los dueños de plantaciones, entre ellos familias reales británicas, iglesias,
comerciantes y elites intelectuales, y qué han hecho con este dinero en términos de desarrollo sucesivo. Sistematizadas
en una base de datos accesible por internet, estas cifras demuestran el
enriquecimiento extraordinario a través del sistema de esclavitud y cómo las
compensaciones han contribuido al desarrollo económico industrial de Gran
Bretaña (UCL 2013). En cambio, los esclavizados entraron en libertad sin
ninguna compensación por los daños sufridos, sin tierras, sin propiedades, sin
ningún capital para construir una nueva vida. Ni siquiera eran libres todavía,
ya que los británicos introdujeron un sistema de trabajo forzado llamándole
aprendizaje (apprenticeship).
Con esto obligaron a las personas declaradas formalmente libres a seguir
trabajando en las plantaciones durante otro periodo de cuatro años, a menudo
para los mismos amos, sin recibir remuneración (Wilmot 1984). Este modelo
británico de “emancipación compensada” fue un precedente que se siguió
posteriormente en las Antillas francesas y holandesas (Draper 2010), de forma
parcial en Cuba, Puerto Rico (Scott y Zeuske 2002) y
Brasil (Araujo 2017).
Estos trabajos históricos sacan a la luz
importantes fuentes que los
activistas de Jamaica usan como prueba de la legitimidad de sus reclamos por
reparaciones en varios sentidos. Primero, apelan una vez más a lo que aún es
percibido en la población como gran injusticia histórica: compensar a los
esclavistas en vez de a los esclavos. Segundo, contrarrestan los argumentos que
el gobierno británico siempre levanta en
contra de la causa: la esclavitud ocurrió hace mucho,
ya pasó; resulta imposible identificar sus impactos en términos cuantitativos,
y luego resulta imposible reparar a las personas afectadas. Los activistas se oponen a dicha posición
al ofrecer pruebas de que sí se puede, con base en datos empíricos, demostrar la riqueza acumulada por generaciones en
Gran Bretaña y sucesivamente en Europa occidental, mientras que las colonias en
el Caribe fueron sistemáticamente subdesarrolladas. Corresponde a los economistas cuantificar tanto
el beneficio absoluto de la esclavitud, cuya mayor parte fluyó hacia Europa, como
los daños materiales que la esclavitud y el largo periodo del colonialismo
causaron en las colonias caribeñas. En este sentido, existen diferentes y
controvertidos enfoques que son ambiguos en cuanto a los detalles; sin embargo,
lo que sigue siendo indiscutible es que la trata de esclavos y la esclavitud
provocaron una enorme brecha que aún hoy se refleja en las desigualdades
mundiales. Este hecho innegable apoya a los activistas en su principal
argumentación y debería ser motivo suficiente para iniciar una conversación
sobre las reparaciones.
Por último, estas investigaciones
claramente muestran que los esclavizados, ni siquiera después de su libertad,
se encontraron en condiciones igualitarias a las de los esclavistas. En realidad, por generaciones tuvieron que enfrentar
desventajas en cuanto al acceso a la tierra, propiedades o capital para
invertir. Incluso estas personas se vieron forzadas a trabajar y vivir en
formas dependientes de trabajo, muy parecidas a la esclavitud, sin oportunidad
de movilidad social. Gran parte de los afrodescendientes en Jamaica no pueden
mirar a la esclavitud como un capítulo del pasado ya cerrado
(Rauhut 2020).
Incluso, activistas
argumentan que después de la independencia formal en el año 1962, Gran Bretaña
abandonó a Jamaica con problemas fundamentales de desarrollo económico, social
y educativo, como altas tasas de analfabetismo, enfermedades crónicas, y una
pobreza extrema y persistente (entrevista a Verene Shepherd, 27 de febrero de 2014). Cuando los activistas abordan los problemas
estructurales actuales de las sociedades caribeñas como resultado de las
consecuencias a largo plazo de la esclavitud, instan a Europa a que reconozca
su papel central en ella.
En consecuencia,
sostienen que la ayuda británica al desarrollo para el Caribe ya no puede
enmarcarse en términos de moralidad o caridad, más bien sería un deber ante la
historia entrelazada. Las reivindicaciones cuestionan los conceptos comunes de
los modelos desarrollistas de los Estados nacionales de Europa que prefieren
mantener estructuras de dependencia, en lugar de reconocer las injusticias
históricas y asumir la responsabilidad de repararlas. Al apelar a los gobiernos europeos para que se
comprometan seriamente en la lucha contra la pobreza y el subdesarrollo, y
reconocer sus profundas raíces históricas, los activistas transforman el
discurso modernista del desarrollo en un discurso hacia la responsabilidad
histórica y política. En este sentido, vinculan la lucha por la reparación
a una estrategia de desarrollo (Rauhut 2018a; Rauhut y Boatcă 2019).
5.
Acerca de un diálogo sobre reparaciones entre Estados
nacionales
En opinión de quienes entrevisté el apoyo del gobierno
jamaicano a la agenda de reparación es un logro extremadamente importante
porque significa obtener respaldo político y reconocimiento de sus
reivindicaciones. Abre nuevos espacios de debate y compromiso político a partir
de una coalición más amplia de la sociedad civil. Luego, el apoyo del gobierno
nacional posibilita discutir el asunto entre los Estados nacionales y a través
de las instancias de derecho internacional. En lugar de negociar la cuestión solo
bilateralmente, por ejemplo, mediante una demanda de Jamaica contra Gran
Bretaña, Shepherd y sus colegas del Consejo de Jamaica
aspiran a un enfoque interregional. Por lo tanto, los 12 consejos nacionales ya
existentes en los países caribeños se reúnen regularmente para intercambiar sobre
sus contextos de reparación y para avanzar en una agenda común sobre cómo
apelar a los gobiernos europeos, teniendo en cuenta las particularidades de
cada país. En cuanto a las partes a las que se dirigirán, el Consejo de
Reparaciones de Jamaica es bastante claro. Declara que, en lugar de personas
privadas, bancos, seguros o empresas, las instituciones más apropiadas a seguir
son los propios gobiernos europeos, considerados como los Estados sucesores de
los gobiernos coloniales que han creado el marco legal, político, económico y
cultural-racial en el que fue posible el crimen organizado de la trata.
Así leemos en un relato del consejo jamaicano de 2013:
“La TTA [Trata Transatlántica de Africanos] era
una iniciativa patrocinada por el Estado, legalizada en las colonias por el
régimen colonial británico” (National Commission on Reparation
2013).[3]
Shepherd también subraya el
papel del Estado cuando señala:
[...] nuestra posición
es que la esclavitud de los africanos era un sistema patrocinado por el Estado,
por lo que nuestra reivindicación debe ser contra el Estado. Si otras compañías
o iglesias desean disculparse (y algunas lo han hecho), está bien; pero nuestro
caso es contra el Estado (entrevista a Verene Shepherd, 27 de febrero 2014).[4]
Por lo tanto, en lugar de una indemnización individual
para los descendientes de las víctimas de la trata de esclavizados, como han
afirmado repetidamente, por ejemplo, los grupos de reparación de Estados
Unidos, la Comisión de CARICOM reclama que los Estados de Europa faciliten
medidas colectivas para las sociedades caribeñas, ya que los legados
persistentes de la esclavitud se conciben, en términos de desigualdades, como
algo sistémico.
La prioridad de luchar contra los problemas
estructurales del desarrollo está relacionada con la opinión antes mencionada
de que la esclavitud y los siglos de explotación colonial afectaron
considerablemente el desarrollo económico, social y
cultural de muchos países del Caribe. Las reparaciones se conciben
claramente como medidas para enfrentar los legados de la esclavitud aún no
resueltos. Por lo tanto, la comisión fomenta el diálogo entre los Estados del
Caribe y los Estados europeos y motiva a los gobiernos regionales a presentar
demandas contra los gobiernos europeos (Estados contra Estados), sobre todo
contra Gran Bretaña, la antigua potencia colonial más fuerte de la región. Obviamente,
esta tarea no se puede limitar a los Estados del Caribe, sino que tiene que
involucrar a los Estados de Europa.
Hasta ahora, los gobiernos europeos se han negado
sistemáticamente a entablar un diálogo sobre la reparación. El rechazo de Gran
Bretaña a las reparaciones se hizo evidente durante las celebraciones del bicentenario
de la abolición de la trata de esclavizados en 2007, cuando el ex primer ministro
Tony Blair y la reina evitaron cualquier forma de reconocimiento y disculpa
hacia los descendientes de las víctimas. La estrategia de perseverar en una
posición de no disculparse, incluso después del fuerte respaldo nacional e
internacional al reclamo actual, fue claramente demostrada una vez más por la
visita a Jamaica del también ex primer ministro británico David Cameron (2010-2016)
en septiembre de 2015, durante la cual respondió irrespetuosamente a las
demandas de reparación (incluso articulado por el gobierno de Jamaica) con las
palabras: “reconozco que estas heridas son muy profundas. Pero espero que, como
amigos que han pasado por tanto juntos desde los tiempos más oscuros, podamos
seguir adelante con este doloroso legado y continuar construyendo para el
futuro” (GOV.UK 2015).[5]
El escándalo y disparate está en el hecho de que un
antepasado del mismo Cameron fue uno de los propietarios de una plantación en
Jamaica indemnizado en los años 1830. Además de descubrir los vínculos de Cameron
con la economía de esclavitud del Caribe, los activistas de Jamaica han criticado
fuertemente que él, cuando propuso a los jamaiquinos “vamos
seguir adelante”, tenía conocimiento de un enorme préstamo bancario que se usó
por la compensación en la década de 1830 y que no se pagó hasta el 2015. En
otro texto examino cómo ellos han expuesto públicamente los dos incidentes para
movilizar con más fuerza la causa de las reparaciones a nivel nacional e
internacional (Rauhut 2021).
La posición de Cameron, similar a la de Blair ocho
años antes, fue percibida como una afrenta en Jamaica, en el Caribe y en Europa
tanto en la sociedad civil y la prensa internacional como entre políticos, más
allá de los contextos en favor de las reparaciones. La insistente posición de
línea dura del Gobierno británico, que rechaza toda conversación sobre el
pasado de la esclavitud, finalmente sirve a los activistas como momento de
mayor movilización por la causa y luego para llevar el tema a la arena
internacional. De hecho, la agenda de CARICOM ha sido recibida con entusiasmo
no solo por los gobiernos regionales y las organizaciones internacionales, sino
también por numerosas organizaciones de la sociedad civil de las Américas y
Europa. En particular, se han hecho eco de ella los grupos de activistas y académicos
de EE. UU., país con una larga historia de lucha y un intenso debate sobre las
reparaciones. La actual Comisión Nacional Afroamericana de Reparaciones (NAARC
por sus siglas en inglés), está estrechamente conectada con los activistas del
Caribe y anunció el desarrollo de un programa de reparaciones parecido (NAARC
2015; Rauhut 2018c).
6.
Hacia enfoques interregionales de las reparaciones por
esclavitud
Me he centrado aquí en Jamaica y, por lo tanto, en un
enfoque del Caribe anglófono y articulado por la CARICOM. Su agenda de diez
puntos por una “justicia reparativa” sigue teniendo una circulación enorme y ha
empujado el debate y el activismo al nivel global. La conciencia mundial del
tema se debe también, en última instancia, como se mencionó al principio, a las
personalidades de Shepherd y Beckles,
que actúan como historiadores y activistas políticos en amplias redes
transnacionales. Sin embargo, el llamado a la reparación debe ser considerado
parte de una lucha mucho más amplia y de larga data en toda la región, más allá
del Caribe anglófono, donde las redes de personas, prácticas e ideas cruzan
fronteras y se influyen selectivamente unas a otras. El tema es vibrante en
todo el Caribe, en el continente americano y, hasta cierto punto, en Europa y
África.[6] En
redes transnacionales del activismo y de los debates se intercambia sobre argumentos,
objetivos, incidencias y políticas de diferentes contextos locales y nacionales.
También la investigación sobre las reparaciones está
cada vez más diseñada para abordar las perspectivas internacionales, globales y
transnacionales en vez de analizarlas como un fenómeno nacional singular (Araujo
2017; Frith y Scott 2018; Rauhut 2018b). Sin embargo,
al alentar los enfoques interregionales, insisto en la necesidad de una
investigación a nivel local y microempírico que
permita una comprensión diferenciada de las especificidades locales, regionales
y nacionales entre los respectivos grupos, dinámicas y debates sobre las
reparaciones. La propia región del Caribe está conformada a partir de
diferentes formas de esclavitud, y posee diversas historias coloniales,
idiomas, culturas, sistemas políticos y, por lo tanto, son necesarios diferentes
enfoques acerca de las reparaciones. En el Caribe hispanohablante y en América
del Sur, por ejemplo, dentro del activismo afrodescendiente
en vez de “reparaciones por la esclavitud” se usa más el término “afrorreparaciones” que, sin embargo, aborda cuestiones
similares, como la lucha contra las desigualdades y la discriminación racial (Mosquera
Rosero-Labbé y Barcelos 2007; Laó-Montes
2007).
El volumen editado por Mosquera Rosero-Labbé y Barcelos (2007) reúne contribuciones desde América Latina
sobre el tema centrándose principalmente en Colombia,
Ecuador y Brasil. Estudios de caso como el de Ecuador demuestran que las
reparaciones, dentro del activismo social afrodescendiente, se consideran básicamente
acciones afirmativas con el objetivo de superar las desigualdades históricas,
producto de la esclavitud y del racismo estructural para lograr finalmente una
condición ciudadana plena de los afroecuatorianos (Antón Sánchez 2007). Las
movilizaciones por acciones afirmativas también tienen una larga historia y
expresión en Colombia y Brasil, aunque los contextos sociales locales difieren
mucho de un país a otro,
y más aún en comparación con la situación demográfica
del Caribe anglófono, donde la población total está compuesta en parte por más
del 90 % de descendientes de los esclavizados, es decir, los
afrodescendientes (Statistical Institute of Jamaica 2011). Las demandas concretas de medidas reparativas se
dirigen a los respectivos gobiernos nacionales, no a los Estados europeos como
en el caso del CARICOM. Los importantes impulsos de la región y del mundo
hispanohablante en el tema de las reparaciones requieren una mayor
investigación; en este documento solo se expondrá brevemente el caso especial
de Cuba.
El gobierno revolucionario cubano fue el primero en
toda la región que firmaba y apoyaba la agenda de CARICOM, primero a través de
la delegación cubana ante la Asamblea General de Naciones Unidas y luego
directamente por los presidentes (Prensa Latina 2014). Cuba, en su papel de
líder en el movimiento tricontinental, siempre adelantó la cuestión de la
indemnización de las excolonias de Europa en los foros internacionales. Sin
embargo, el tema de reparaciones no se divulga mucho en los debates públicos,
no existe un activismo particularmente dedicado a eso. Pero sí son muchas las personas,
iniciativas académicas y activistas que se comprometen a enfrentar los largos efectos
y los legados de la esclavitud en el trabajo de la memoria a través de un
lenguaje educativo, antidiscriminatorio y contra las desigualdades sociales,
tanto en varios proyectos sociocomunitarios como a
través de publicaciones (Romay Guerra 2012, 2015; Zurbano 2012; Quiñones 2017).
Se está encaminando uno de los primeros intentos de divulgar la agenda del
Caribe anglófono e intercambiar con los afrodescendiente
de Cuba sobre sus propias perspectivas hacia la cuestión de la reparación.[7]
Entre los países anglófonos, hispanohablantes,
francófonos y neerlandófonos del Caribe hay muchas
barreras en la comunicación y la movilidad debido a los diferentes sistemas
políticos (que, una vez más, pueden interpretarse como resultado de la división
colonial y los problemas consecutivos tras el cese oficial del colonialismo).
Aunque los activistas no siempre pueden trascender estos límites, en sus localidades
concretas establecen deliberadamente vínculos transnacionales con otros
activistas y debates con el fin de fortalecer las respectivas reivindicaciones.
Por supuesto, no tienen una agenda común o uniforme e incluso podrían promulgar
intereses en conflicto. Sin embargo, comparten la tarea de enfrentar los
legados de la esclavitud y la explotación colonial a través de un marco de
justicia reparativa. El caso del Caribe ofrece un nuevo enfoque a la cuestión
de las reparaciones en cuanto a los actores e instituciones involucrados, los
beneficiarios potenciales, los lugares de negociación y la orientación de
objetivos colectivos. Como diálogo político y académico podría ser discutido
más allá de la lente de la experiencia de EE. UU. que hasta ahora domina los
discursos públicos sobre el tema.
Destacar a los activistas caribeños, su agenda y su impacto
podría contribuir finalmente a superar la marginación del Caribe en términos de
activismo político, pero también su supuesta condición de periferia en las ciencias
sociales. Prestar más atención a la región y su impacto en la producción de
conocimiento crítico podría inspirar tanto el activismo global como la
investigación científica sobre el tema de la reparación.
Dirigirse en primer lugar a los gobiernos europeos
ofrece una perspectiva extremadamente relevante, tanto por la política
internacional como académica, ya que insiste en que Europa asume más
responsabilidad histórica debido a una historia entrelazada con sus excolonias
en el Caribe. Reclama a los países europeos que reconozcan el papel desempeñado
en la historia de sus colonias, pero también el papel que desempeñó la
esclavitud en su propia historia económica, social y cultural. En consecuencia,
en vez de desconectar sus propias historias nacionales de lo que hayan sufrido
las colonias por siglos de esclavitud y dominación colonial, con la agenda por las
reparaciones se entabla un necesario diálogo entre los gobiernos de Europa y
del Caribe en condiciones de igualdad.
Una consideración seria y directa de las actuales
reivindicaciones caribeñas contribuiría sin duda a una mayor conciencia de las
consecuencias aún relevantes de la esclavitud, no como una experiencia no
europea, sino como parte intrínseca de la historia entrelazada de Europa. En
este sentido, el reclamo de reparación insta finalmente a una revisión del
colonialismo y la esclavitud dentro de un marco de justicia reparativa sobre
todo en el Viejo Continente.
Apoyos
Esta investigación se realizó en el marco del proyecto
“Slavery Reparations in the Caribbean: Transregional Perspectives on Actors, Debates, and the Politics of
History” (2016-2019) en el Instituto de Estudios
Latinoamericanos de Freie Universität Berlin, con
financiamiento de la Fundación Fritz-Thyssen
(Alemania). Asimismo, esta investigación recibió apoyo de la beca de excelencia
“Contestations of the Liberal Script” de Freie Universität Berlin,
y de la beca “Beyond Slavery and Freedom: Asymmetrical Dependencies in Pre-Modern Societies”,
del Bonn Center for
Dependency and Slavery Studies (Alemania).
Agradezco a las personas entrevistadas en Jamaica y al
profesor Matthew Smith, quien me acogió como profesora visitante en el
Departamento de Historia y Arqueología de la Universidad de las Indias
Occidentales en Kingston (2017); y a Verene Shepherd por invitarme a una estancia en el Centro de
Investigación sobre Reparaciones de la mima universidad (2020). En Cuba, agradezco a Zuleica Romay, directora
del Programa de Estudios sobre Afroamérica en la Casa
de las Américas, quien me invitó a debatir la temática junto a colegas de ese
país en 2016.
Referencias
Antón
Sánchez, John. 2007. “Afroecuatorianos: reparaciones y acciones afirmativas”.
En Afro-reparaciones: memorias de la
esclavitud y justicia reparativa para negros, afrocolombianos y raizales,
editado por Claudia Mosquera Rosero-Labbé y Luiz Claudio Barcelos, 155-181.
Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.
Araujo,
Ana Lucia, ed. 2017. Reparations for
slavery and the slave trade. A transnational and comparative history. Londres:
Bloomsbury Academic.
Beckles, Hilary. 2013. Britain’s black debt: reparations for caribbean slavery and native genocide. Kingston:
University of the West Indies Press.
Blake Hannah, Barbara Makeda.
2006. “Reparations: rastafari pathway to world
peace”. En Rastafari:
a universal philosophy in the third millenium, editado por Werner Zips, 119-128. Kingston: Ian Randle
Publishers.
CARICOM (Comunidad
del Caribe). 2014. “CARICOM Leaders accept caribbean
reparatory justice programme as basis for further
action on reparations”. Acceso
el 30 de julio de 2015. https://bit.ly/3vMU2p1
CARICOM Reparations Commission. 2014. “10-Point Reparation Plan”. Acceso el 10 de mayo de 2018. https://bit.ly/2SBc9k5
CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños). 2014. “Declaración especial sobre la cuestión de
las reparaciones por la esclavitud y el genocidio de las poblaciones nativas”.
Acceso el 22 de octubre de 2015. https://bit.ly/3vhGbHS
Cubadebate. 2014.
“Declaración Final de la XIII Cumbre del ALBA-TCP en La Habana”. Acceso el 10
de diciembre de 2018. https://bit.ly/3qgnxOP
Chevannes,
Barry. 1994. Rastafari.
Roots and ideology. Nueva York: Syracuse University Press.
Draper, Nicholas. 2010. The price of emancipation: slave-ownership,
compensation and british society at the end of
slavery. Cambridge: Cambridge University Press.
Eltis,
David, y David Richardson. 2010. Atlas of
the Transatlantic Slave Trade. New Haven: Yale University Press.
Fanon,
Frantz. 1961. Les damnés de la terre. París:
Éditions Maspero.
Frigerio,
Alejandro. 2004. “Re-africanization in
secondary religious diasporas: constructing a world religion”. Civilisations. Revue internationale
d´anthropologie et de sciences humaines
51(1): 39-60.
Frith, Nicola, y Joyce Hope
Scott. 2018. “National and international perspectives on movements for
reparations”. The Journal of African
American History 103 (1-2): 1-18. https://dx.doi.org/10.1086/696363
GOV.UK. 2015. “PM’s Speech to
the Jamaican Parliament”. Acceso el 10 de octubre de 2016. https://bit.ly/3zGf9wF
Hall, Catherine, Nicholas
Draper, Keith McClelland, Kate Donington y Rachel
Lang. 2014. Legacies of british slave-ownership: colonial slavery and the formation
of victorian britain. Cambridge: Cambridge
University Press.
Laó-Montes,
Agustín. 2007. “Sin Justicia étnico-racial no hay paz: las afro-reparaciones en
perspectiva histórico-mundial”. En Afro-reparaciones:
memorias de la esclavitud y justicia reparativa para negros, afrocolombianos y
raizales, editado por Claudia Mosquera Rosero-Labbé y Luiz Claudio
Barcelos, 131-154. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.
Laó-Montes,
Agustín. 2011. “Hacia una cartografía del campo político afrodescendiente en
las Américas”. Revista
Casa de las Américas
264: 16-38.
Lewis, Linden, ed. 2013. Caribbean sovereignty, development
and democracy in an Age of Globalization. Nueva York: Routledge.
Martin, Michael T., y Marilyn Yaquinto, eds. 2007. Redress
for historical injustices in the United States: on reparations for slavery, Jim
Crow, and their legacies. Carolina
del Norte: Duke University Press Books.
Mosquera
Rosero-Labbé, Claudia, y Luiz Claudio Barcelos, eds. 2007. Afro-reparaciones: memorias de la esclavitud y justicia reparativa para
negros, afrocolombianos y raizales. Bogotá: Universidad Nacional de
Colombia.
NAARC
(National African American Reparations Commission). 2015. “What is NAARC?”.
Acceso el 12 de septiembre de 2019. https://bit.ly/3wlE9Xv.
Naciones
Unidas. 2001. “World Conference against racism,
racial discrimination, xenophobia and related intolerance”. Acceso el 22 de julio de
2015. http://www.un.org/WCAR/durban.pdf
Naciones
Unidas. 2015. “OHCHR and
the International Decade for People of African Descent 2015-
2024”. Acceso el 9 de octubre de 2020. https://bit.ly/3qgQLNx
National Commission on Reparation.
2013. “Report of the work of the National Commission on Reparation, May
2009 - October 2013”. Kingston. Documento inédito.
Negra cubana tenía que ser. 2016. “Reparaciones
por la esclavitud en el Caribe”. Acceso el 22 de septiembre de 2020. https://bit.ly/3uVukiy
Ogletree,
Charles. 2003. “Repairing the past: new efforts in the
reparations debate in America”. Harvard
Civil Rights-Civil Liberties Law Review 38 (2): 279-320.
Palmié,
Stephan. 2008. Introduction a Africas of the
Americas: beyond the search for origins in the study of afro-atlantic religions. Leiden: Brill.
Prensa
Latina. 2014. “Cuba Apoya en ONU reclamo caribeño de compensación por
esclavitud”. Granma, 26 de marzo.
Acceso el 22 de octubre de 2015. https://bit.ly/3osvWOk.
Quiñones,
Serafín. 2017. Afrodescendencias. La Habana:
Aurelia Ediciones.
Rauhut,
Claudia, y Manuela Boatcă. 2019.
“Globale Ungleichheiten in
Der Longue Durée: Kolonialismus, Sklaverei
Und Forderungen Nach Wiedergutmachung”. En Globale Ungleichheit. Über Zusammenhänge Von Kolonialismus, Arbeitsverhältnissen Und Naturverbrauch,
editado por Karin Fischer y Margarete Grandner, 91-107. Viena: Mandelbaum
Verlag.
Rauhut,
Claudia. 2013. “La transnacionalización de la Santería y su renegociación
religiosa en Cuba”. Temas
76: 46-54.
Rauhut,
Claudia. 2014. “A transatlantic restoration of religion: on the re-construction
of Yoruba and Lúkúmí in cuban
santería”. En Transatlantic Caribbean. Dialogues of
people, practices, ideas, editado por Ingrid
Kummels, Claudia Rauhut, Stefan Rinke y Birte Timm, 181-200. Bielefeld: Transcript Publishing.
Rauhut,
Claudia. 2018a. “Caribbean activism for slavery reparations: an overview”. En Practices of
resistance in the Caribbean: narratives, aesthetics, politics, editado por Wiebke Beushausen, Miriam Brandel,
Joseph Farquharson, Marius Littschwager, Annika
McPherson y Julia Roth, 137-150. Londres / Nueva
York: Routledge.
Rauhut,
Claudia. 2018b. “Caribbean leaders in
the transnational struggle for slavery reparations”. En
Reshaping glocal
dynamics of the Caribbean: relaciones y desconexiones, relations et déconnexions,
relations and disconnections, editado por Anja Bandau, Anne Brüske y Natascha Ueckmann, 281-296. Heidelberg: Heidelberg University
Publishing.
Rauhut,
Claudia. 2018c. “Mobilizing transnational agency for slavery reparations: the
case of Jamaica”. The Journal of African American History 103(1-2):
133-162. https://dx.doi.org/10.1086/696334
Rauhut, Claudia. 2020.
“Reassessing the Compensation Payments to British
Slave Owners in Caribbean Claims for Reparations”. Sociologus 70(2): 123-141.
Rauhut,
Claudia. 2021. “The link of a former british prime
minister’s ancestor to caribbean slavery economy in
the current call for reparations in Jamaica”. En Cherishing the past, envisioning the future.
Entangled practises of heritage and utopia in the
Americas, editado por Olaf Kaltmeier,
Mirko Petersen, Wilfried Raussert y Julia Roth,
77-99. Nueva Orleans: University of New Orleans.
Reparación del Colonialismo. 2015. “El ALBA apoya las
reparaciones CARICOM”. Acceso el 10 de diciembre de 2018. https://bit.ly/3gKLsDd
Rodney,
Walter. 1972. How Europe underdeveloped Africa. Londres: Bogle-L’Ouverture Publishers.
Romay
Guerra, Zuleica. 2012. Elogio de la altea
o las paradojas de la racialidad. La Habana: Editorial Casa de las
Américas.
Romay
Guerra, Zuleica. 2015. Cepos de la
memoria: impronta de la esclavitud en el imaginario social cubano. Matanzas:
Ediciones Matanzas.
Scott, Rebecca, y Michael Zeuske. 2002. “Property in writing, property on the ground:
pigs, horses, land, and citizenship in the aftermath of slavery, Cuba,
1880-1909”. Comparative Studies in
Society and History 44 (4): 669-699. https://dx.doi.org/10.1017/S0010417502000324
Shepherd, Verene,
Ahmed Reid, Cavell Francis y Kameika Murphy. 2012. Jamaica and the debate over reparation for
slavery: a discussion paper prepared by the Jamaica National Bicentenary
Committee. Kingston: Pelican Publishers Limited.
Statistical
Institute of Jamaica.
2011. “Census of Population and Housing”. Acceso el 6 de mayo de 2018. https://bit.ly/2Qzl5FZ.
Thompson,
Alvin O. 2006. Flight to
Freedom: African Runaways and Maroons in the Americas. Kingston:
University of West Indies Press.
UCL (University College de Londres). 2013. “Centre for the Study of the Legacies of
British Slavery”. Acceso
el 5 de abril de 2018. https://www.ucl.ac.uk/lbs/
Wilmot, Swithin.
1984. “Not ‘full free’: The Ex-slaves and the Apprenticeship System in Jamaica1834-1838”. Jamaica Journal 17
(3): 3-10.
Williams, Eric. 1944. Capitalism and Slavery. Chapel Hill:
University of North Carolina Press.
Zurbano,
Roberto. 2012. “Cuba: doce dificultades para enfrentar al (neo) racismo o doce
razones para abrir el (otro) debate”. Universidad
de la Habana 273: 266-277.
Entrevistas
Entrevista
a Miguel Lorne, Kingston, 3 de marzo de 2014
Entrevista a Rupert Lewis, Kingston,
10 de marzo de 2014.
Entrevista
a Verene Shepherd, Kingston, 27 de febrero de 2014.
Notas
[1] Traducido del inglés por la autora.
[2] En otras publicaciones incluyo más datos
empíricos que permiten identificar las diversas dimensiones de su agenda:
deconstruyen el discurso convencional del desarrollo modernista, movilizan
redes transnacionales para fortalecer sus reivindicaciones y hacen campañas en
la educación pública para divulgar conocimientos sobre la esclavitud y la
necesidad de la reparación (Rauhut 2018a, 2018b, 2018c).
[3] Traducido del inglés por la autora.
[4] Entrevista traducida del inglés por la autora.
[5] Traducido del inglés por la autora.
[6] Ya en
los años 90 tuvieron lugar en Nigeria y Ghana varios encuentros panafricanos
que abordaron el tema de reparación por la esclavización de africanos y por la
colonización (Rauhut 2018c).
[7] Véase: Negra cubana tenía que ser (2016).