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Experticia estadística en la administración pública ecuatoriana:
mecanismos de emergencia y legitimación
Statistical
expertise in the Ecuadorian public administration: Emergence and legitimation
mechanisms
Mgtr. Byron Villacís. Candidato a doctor por la Universidad de
California en Berkeley (EE. UU.).
(byronvillacis@berkeley.edu) (https://orcid.org/0000-0001-6932-3770)
Recibido: 18/01/2021 – Revisado: 31/03/2021
Aceptado:
28/06/2021 – Publicado: 01/09/2021
Cómo citar este artículo: Villacís, Byron. 2021. “Experticia estadística en la administración
pública ecuatoriana:mecanismos de emergencia y legitimación”. Íconos. Revista de Ciencias Sociales, 71:
81-102. https://dx.doi.org/10.17141/iconos.71.2021.4841
Resumen
La estadística representa una herramienta de
gobernanza esencial en la administración pública contemporánea. Su producción
en Ecuador depende del campo de expertos que emergieron y se legitimaron en el
periodo 1927-2020. ¿Qué rol jugaron fuerzas locales y externas en este proceso?
¿Qué factores sociopolíticos permitieron la construcción de la disciplina
estadística en el país? A través de la revisión de archivos históricos y de
entrevistas en profundidad, en este artículo se expone que el campo de quienes
se dedican a la estadística pública en el país ha resultado de la superposición
de cuatro fuerzas centrípetas externas y tres fuerzas centrífugas locales. Las
herencias de la Misión Kemmerer, la influencia de la CEPAL, la creciente
automatización de la gestión del Estado y la demanda internacional de reportes
nacionales fomentaron espacios de emergencia para estos profesionales. Además,
estilos de gobiernos locales, frecuentes rediseños institucionales y
redefiniciones de competencias organizacionales complementaron esta dinámica.
La academia jugó al inicio un rol itinerante y disperso respecto a la
producción de expertos estadísticos; no obstante, a partir de procesos de
regulación estatal alcanzó una estabilidad temática e institucional. En este
texto se presentan elementos útiles para demostrar que las estadísticas no
constituyen dispositivos objetivos y aislados, sino que son el producto de relaciones
sociales que es necesario historizar.
Descriptores: estadística pública; legitimación; sociología de la
estadística; sociología de las profesiones; sociología del conocimiento; teoría
de campos.
Abstract:
Statistics are an essential tool for governance in contemporary public administration. The advent of this discipline in Ecuador hinged on the role played by a field of experts that appeared and achieved legitimacy in the period running between 1927 and 2020. The present text asks about the role of internal and external factors as well as that of sociopolitical causes, in bringing about the development of statistics as a discipline in this country. The examination of historical archives and the completion of in-depth interviews discloses the fact that the advancement of the field of public statistics in Ecuador is the outcome of the joint impact of four centripetal external forces and three centrifugal local factors. The legacy of the Kemmerer mission, the influence of CEPAL, the growing automatization of Government and the international demand for adequate reporting, created powerful incentives for the growth of the profession. These trends were reinforced by local government styles, frequent institutional redesign and recurrent redefinitions of organizational mandates. Initially, academia played an inconsistent and fragmented role in the production of expert statisticians. However, the increasing strength of government regulation and planning helped the profession to achieve institutional and disciplinary stability. This text provides useful insights for efforts that attempt to show that statistics are not objective and isolated devices, but instead are the result of social relations that need to be approached from a historical perspective.
Keywords: public statistics; legitimacy; sociology of statistics; occupational sociology; sociology of knowledge; field theory.
1. Introducción
¿Cómo se
introdujo la experticia estadística en la administración pública ecuatoriana?
En este artículo se problematiza la emergencia de la experticia estadística en
el sector público ecuatoriano en el periodo 1927-2020, objetificándola para
entender su proceso de introducción y legitimación. Concentrándose en hitos de
institucionalización, se reconstruyen elementos identificatorios en un sentido
sociológico, con la intención de mapear agentes clave en esta dinámica y
entender procesos que convirtieron este tipo de conocimiento en válido y
funcional.
Para
responder a la pregunta planteada anteriormente se conceptualiza el
conocimiento estadístico como un activo profesional práctico-empírico, el cual
puede ser adquirido por entrenamientos formales en la academia o por la
acumulación de conocimientos fruto del ejercicio laboral rutinario (Desrosières
2012). Un estadístico entonces, bajo la perspectiva de esta investigación, es
entendido como aquel funcionario que posee el conocimiento y la capacidad de
ejecutar tareas de conmensuración de hechos sociales, ambientales, políticos,
económicos y demográficos; y que, a su vez, aplica estos conocimientos y
capacidades dentro de proceso burocráticos (Hacking 1990; Porter 1996, 2011).
Durante el transcurso del ejercicio de cuantificación, el estadístico aplica
metodologías descriptivas e inferenciales que le permiten cuantificar
categorías analíticas de gestión. Al mismo tiempo, estas cuantificaciones se
convierten en insumos que –interpretaciones de por medio– facultan la toma de
decisiones o la subsecuente racionalización de acciones públicas (Desrosières
1998; Espeland y Stevens 1998).
Metodológicamente,
la investigación de la que parte este texto se basó en análisis de archivos
históricos y en entrevistas en profundidad. En primer lugar, se registró la
existencia de centros de producción de experticia estadística en el periodo
estudiado, entre los que se incluyen universidades y organizaciones públicas.
En estas entidades se prestó atención a su oficialización y oferta. En segundo
lugar, la investigación se complementó con entrevistas en profundidad a actores
clave en el campo estadístico nacional. Las entrevistas se centraron en
identificar momentos y mecanismos que permitieron la implementación de la
experticia estadística en el sector público del país y su posterior
legitimación.
Se
argumenta que el campo de experticia estadística en el Ecuador es producto de
la superposición de cuatro fuerzas centrípetas externas y tres fuerzas
centrífugas locales. La herencia de la Misión Kemmerer que instauró un diseño
institucional económico en el país; la CEPAL, que influyó en los procesos de
institucionalización de la planificación pública; la creciente demanda
internacional de reportes utilizando estadísticas nacionales y el sistemático
advenimiento de automatización en la gestión pública influyeron en la
emergencia de la experticia estadística. A nivel local frecuentes diseños y
rediseños institucionales, disputas por las competencias y estilos de gobierno
influenciados por la necesidad de cuantificar metas contribuyeron a consolidar
la demanda de experticia estadística.
La
academia jugó un rol itinerante y disperso, pero tendió a converger y a
estabilizar su contribución. Estos hallazgos tienen implicaciones conceptuales
y prácticas: ayudan a entender que las estadísticas son productos de
contingencias que necesitan ser historificadas. La ausencia de esta
identificación fomenta la errónea concepción de que la producción de
conmensuraciones es objetiva, estable, uniforme y apolítica. Los productores de
estadísticas son actores sociales con intereses y posiciones; por lo tanto,
entender su contingencia resulta necesario para comprender las capacidades que,
a su vez, facultan o limitan la competencia de gobernar.
En la
siguiente sección se exponen definiciones clave, así como el marco temporal y
el marco conceptual que rigen la investigación. La tercera sección se concentra
en los aspectos metodológicos. Posteriormente se presentan los resultados
agrupados en dos acápites que especifican el rol de la experticia estadística
dentro de dos espacios sociales: los de introducción y los de su legitimación.
En el último apartado se desglosan elementos de discusión.
2. Enfoque conceptual y definiciones clave
La
investigación se apoya en la intersección de los enfoques teóricos de la
sociología de la estadística, la sociología de la experticia y la teoría de los
campos. Esto se debe a la necesidad de entender la producción de estadísticas
como sistemas de conocimiento que se desarrollan dentro de contingencias
políticas (Desrosières 1998). Es decir, para comprender su connotación hacen
falta reconstruir las condiciones sociales que formaron parte de estos
procesos, prestando especial atención a los agentes que –con distintas
jerarquías, poderes, responsabilidades e intereses– constituyen y reconstituyen
acciones que luego son interpretadas como producción de conocimiento en forma
de estadísticas. Para ello, hace falta historificar los
procesos en los que los agentes configuran capacidades dentro de espacios
sociales (Bourdieu 2014, 2018).
Esta
visión evita considerar a los estadísticos como simples proveedores de
información, como si fuesen un ladrillo más en el edificio de la ciencia o como
una simple rama de las matemáticas (Desrosières 2012, 53). En realidad, se les
supone una herramienta de gobernanza, que ordena y coordina acciones sociales
que sirven como guía para la acción pública (Desrosières 1998; 2012, 41).
Por
ello, en este artículo se entienden las estadísticas públicas como un cuerpo de
conocimiento producido por agentes que reclaman su experticia. Su gestión
consiste en registrar y presentar datos cuantitativos y sus algoritmos para
variados análisis, a través de diferentes dispositivos, tales como análisis
descriptivos, creación de indicadores, modelizaciones, estimaciones, entre
otros (Porter 2011). Por ende, la objetificación[i] de la estadística no puede
deslindarse de la objetificación de los agentes detrás de su producción.
Esto plantea
al menos dos preguntas conceptuales: ¿quiénes son los expertos en estadística y
cómo adquieren este estatus? Cabe reconocer que la emergencia de esta
experticia se da en un contexto cultural específico (Evans 2008, 282), y que
este estatus es adquirido, aunque sea en parte, debido a la posición en una red
específica de relaciones sociales (Eriksson 2004). Además, se interpreta al
conocimiento estadístico como conocimiento científico fruto de un acuerdo
intersubjetivo y lo descarta como un dispositivo científico objetivo (Evans
2008, 283). En tal sentido, para ser reconocido como estadístico –y tomando en
cuenta la definición de paradigma científico de Kuhn (2012)– se requiere ser
entrenado en aspectos formales de la disciplina para que, en conjunto con la
adquisición de conocimientos culturales y sociales tácitos, se los aplique y
use en nuevos contextos (Evans 2008, 284; Harrington y Seabrooke 2020).
Ahora
bien, la experticia estadística pasa por un proceso de legitimación. Este logro
es posible tras la activación de comunidades epistémicas, entendidas como redes
de profesionales con reconocida competencia en un dominio particular, y que
reclaman la autoridad en conocimientos relevantes de política pública (Haas
1992, 3). Estas redes pueden reclamar conocimiento científico sobre campos
naturales o sociales, y se caracterizan por compartir creencias en mecanismos
de verificación y en la aplicación de determinadas formas de conocimiento. Por
ende, lo que las une no es el tema en específico, sino la pertenencia al grupo
formado por quienes la practican (Hacking 1990; Kuhn 2012).
Estas
comunidades no siempre son de fácil acceso. Por ejemplo, las comunidades de
economistas suelen establecer altas barreras de entrada, procedimientos
administrativos explícitos, jurisdicciones de acción exclusivas y mecanismos de
validación institucionales excluyentes (Fourcade 2006, 151; 2009, 96).[ii] Además, la comunidad de
estadísticos no ha llegado a contar con un cuerpo tan definido ni influyente
(Porter 2011), puesto que su contribución suele asociarse a herramientas más
separadas del poder político y económico (Saetnan, Lomell, y Hammer 2012), y
debido a que tiende a ser percibida como una rama profesional instrumental
(Desrosières 2012). Por ello, para ejercicios como el de la presente
investigación resulta indispensable definirlos de acuerdo con la contingencia
del espacio social estudiado y con base en elementos que contribuyan a
separarlos de otros cuerpos de producción de conocimiento público. Es por esta
razón que la precisión de Haas (1992) ayuda a definir a la comunidad de
estadísticos como agentes que se agrupan porque comparten principios,
creencias, mecanismos causales,[iii] intereses y conocimiento de
base. Gracias a esta delimitación es posible diferenciarlos de grupos de
interés, profesionales que estrictamente estudian estadística pero que quizás
no compartan estos principios o puede que gestionen tareas relativamente
similares, pero sin identificarse como estadísticos.
Tomando
en consideración estos argumentos se definen los expertos en estadística del
sector público ecuatoriano como aquellos funcionarios[iv] que poseen conocimientos de
producción de estadística debido a entrenamientos formales en la academia. A su
vez, estos conocimientos son puestos en práctica en procedimientos que implican
la descripción, codificación, categorización, conmensuración y análisis de
estadísticas que, a su vez, se convierten en insumos para tomas de acción y
decisiones (Desrosières 1998). Esta definición permite identificar a los expertos
en estadística en tres campos de acción social: 1) lugar de trabajo; 2) función
que desempeña, entendida como labores que varían de acuerdo con la
responsabilidad, experiencia y delegación asignada; y 3) la especialización de
la experticia estadística, que puede ser fruto de la intersección de campos
disciplinarios o de técnicas de producción de conocimiento estadístico.
Finalmente,
la teoría de campos de Bourdieu (2014, 94, 211) ayuda a responder a la pregunta
sobre el rol que desempeñaron actores internos y externos al momento de su
institucionalización. Este marco asume a los agentes expertos en estadística
como poseedores no solo de capital intelectual, sino también de distintas
magnitudes de capital económico, político y simbólico, los cuales son
utilizados para reafirmar o impugnar jerarquías y así escalar posiciones en el
campo del poder (Bourdieu 2014, 191). En términos prácticos, esta teoría
permite comprender cómo el conocimiento estadístico, entendido como un
conocimiento de corte científico y tecnológico, es consecuencia de una
contienda entre agentes nacionales e internacionales. Lo cual implica que los
expertos ecuatorianos en estadística no son meros receptores de ideas, sino que
forman parte de un circuito de circulación de conocimiento (Campbell y Pedersen
2014).
En
términos temporales la investigación se concentra entre 1927 y 2020 debido a la
superposición de tres periodos considerados fundamentales para el análisis. El
primero corresponde a la aparición de instituciones del sector público que
demandaron experticia estadística para su gestión; en este caso la Misión
Kemmerer que arribó al país en 1927. El segundo coincide con el surgimiento de
oferta académica de estadísticos para el año 1960. Finalmente, el tercer
periodo que llega hasta el año 2020 se encuentra marcado por la gestión de
gobiernos contemporáneos quienes son los que más demandan y regulan la
producción de experticia estadística. Durante la investigación se recopilaron y
analizaron materiales de archivos históricos y fuentes secundarias que abarcan
todo el periodo de estudio.
3. Metodología
La
investigación fue diseñada en tres etapas. En la primera se realizaron
entrevistas en profundidad a siete agentes del campo de estadísticos públicos
en el Ecuador y se plantearon tres objetivos subsecuentes: 1) rastreo de
indicios iniciales sobre los momentos clave para los estadísticos públicos en
el Ecuador, 2) identificación de actores clave durante su surgimiento, y 3)
identificación de centros de producción de conocimiento clave, tales como
departamentos de estadística en universidades.
La
segunda etapa consistió en la recolección y análisis de archivos históricos,
comenzando por la información oficial de oferta de programas académicos
relacionados con la estadística. Esta oferta, aunque cambiante, permite
realizar una evaluación inicial de la diversidad y magnitud de los centros de
producción de experticia estadística académica. Posteriormente se procedió a
estimar el tamaño aproximado del campo de expertos estadísticos en el país.
Para ello se recurrió a fuentes primarias como el VII Censo de Población y VI
de Vivienda del 2010 donde se registra el título de posbachillerato, superior o
posgrado de todos los habitantes del país.
Finalmente,
la tercera etapa de la investigación implicó la realización de un segundo
conjunto de entrevistas con carácter concluyente. En la misma se ajustó la
pauta de entrevista utilizando hallazgos preliminares y se enfocó en comprender
los procesos de legitimación. Al igual que las entrevistas exploratorias, los
resultados fueron codificados y analizados, lo que permitió, en conjunto con el
resto de herramientas utilizadas, extraer los elementos analíticos que se
exponen a continuación. En total se realizaron 18 entrevistas.
4. Resultados
Los
resultados que se exponen en este apartado, como ya se ha explicado, son consecuencia de dos ejercicios
analíticos basados en los archivos históricos,
fuentes secundarias y entrevistas en profundidad. En la primera etapa, que
denomino identificatoria, se procesaron y analizaron los insumos de
investigación para ubicarlos sobre una línea de tiempo desde los eventos más
antiguos hasta los más recientes.[v] Una vez identificados y organizados
temporalmente, se procedió a seleccionar aquellos que tuvieron un impacto sobre
la creación de demanda o de oferta de experticia estadística en el país. Para
ello se utilizaron memorias institucionales donde se especifica el uso, demanda
o producción de estadísticas e interpretaciones de las entrevistas en
profundidad, exploratorias y concluyentes. Adicionalmente, se verificó la
cantidad de oferta y demanda a través de cuantificaciones disponibles en
fuentes secundarias y archivos históricos.
Como resultado de
este primer ejercicio, se identificaron espacios sociales de introducción de la
experticia que se exponen en el siguiente acápite. Subsecuentemente, se replicó
el ejercicio, pero con el fin de identificar momentos que convirtieron la
experticia en aceptable o reconocida para una audiencia determinada. Es decir,
se procedió a identificar los espacios de legitimación que permitieron que la
experticia fuera considerada un conocimiento válido y funcional para los fines
prácticos que la comunidad especializada distingue. Para esta segunda
identificación fueron particularmente útiles las entrevistas concluyentes,
puesto que permitieron retroalimentar con los consultados, los momentos y
espacios clave que convirtieron a los estadísticos en expertos “reconocidos”
dentro de los campos profesionales.
La segunda etapa, denominada interpretativa, utiliza los hallazgos de la
etapa identificatoria con el fin de entender el origen de las fuerzas que
provocaron el surgimiento y legitimación de experticia estadística en el país.
Los hallazgos permiten discernir que estos fenómenos fueron producto de una
combinación de advenimientos y sucesos de origen local, en conjunto con otros
de origen externo. A partir de allí se adopta la metáfora de Desrosières (2012)
que categoriza las influencias sociales en los procesos de construcción de producción
estadística de acuerdo con fuerzas centrífugas y centrípetas. A continuación,
se exponen los espacios sociales de introducción de la experticia estadística y los de
legitimación.
4.1.Los espacios sociales de
introducción
La
introducción de profesionales de estadística en el sector público contemporáneo
es tradicionalmente interpretada por la influencia de dos fuentes. Por una
parte, está el legado de gobiernos con sistemas de planificación centralizados,
que se caracterizan por registrar y contabilizar tareas de gestión pública con
fines de intervención, inversión, distribución y control. Por otra parte, se
encuentran los gobiernos que perfilaron la gestión pública como espacios de
contabilidad al estilo transaccional –contabilidad de doble entrada–, cuya
información se convirtió subsecuentemente en instrumentos de gobernanza (Duncan
1984; Fischer 1990; Merry 2011; Merry, Davis y Kingsbury 2015; Poovey 1998).
En
términos generales, el caso ecuatoriano sigue este último patrón, pues la
aparición se dio por la creación de organizaciones públicas dedicadas a tareas
donde el Estado tenía –y en la mayoría de los casos mantiene– el monopolio de
la cuantificación y oficialización de estadísticas clave. Dos ejemplos
ilustrativos son el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) y el
Banco Central del Ecuador (BCE). En el primer caso, se trata de una
organización promovida por “Estados ingenieros”, producto de una mezcla de
influencias francesas, colbertistas y mercantilistas (Desrosières 2012, 44).
Por su parte, en el segundo, el BCE ejemplifica las organizaciones creadas bajo
una perspectiva keynesiana, cuya misión era generar estadísticas de cuentas
nacionales, administrar el déficit presupuestario y ejecutar análisis
macroeconómicos.
Posteriormente,
el rol de los bancos centrales mutó para adscribirse a modelos neoliberales que
tenían como objetivo concentrarse en cuantificar dinámicas micro y
macroeconómicas bajo el paraguas teórico de expectativas racionales
(Desrosières 2012, 46). Para entender qué instituciones fueron clave en el caso
ecuatoriano se realizó un análisis de las memorias de organismos públicos entre
1927-1920, con el fin de identificar no solo su aparición sino la demanda u
oferta de experticia estadística.
Instituciones públicas
Se
identificaron 16 instituciones públicas en Ecuador que se convirtieron en
espacios esenciales para la emergencia de la experticia estadística. Un primer
elemento analítico aparece al examinar la emergencia en un sentido temporal,
las organizaciones que surgieron primero están relacionadas con la
administración económica del país. Por ejemplo, el Ministerio de Finanzas (MEF)
que fue creado en 1830, el Ministerio de Agricultura –en su momento Ministerio
de Fomento– fundado en 1901. Sin embargo, en estas dos instituciones aún no se
demandaba la competencia profesional de estadísticos, sino más bien de
economistas (Ministerio de Finanzas 2012).
No fue
hasta el surgimiento de instituciones como el BCE, la Superintendencia de
Bancos (SB) en 1927 y del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) en
1928 que la experticia empieza a aparecer de forma explícita (Naranjo Navas
2017). A partir de esto se identifica un segundo elemento analítico, la
existencia de cuatro etapas clave: 1927-1938, 1945-1954, 1967-1979 y la segunda
década del siglo XXI. En la primera es evidente la influencia de la Revolución
Juliana y sobre todo de la misión Kemmerer, la cual remodeló los sistemas
bancarios, fiscales y monetarios de Ecuador Bolivia, Chile, Colombia, Guatemala,
México y Perú. El objetivo de esta misión en Ecuador fue consolidar la
estabilidad monetaria y afrontar la crisis mundial que impactó al país en 1926
(Almeida 1994; Carrasco 2009; Drake 1984), evidencia concreta de una fuerza
externa –centrípeta– que contribuyó a la creación de instituciones locales.
Durante esta etapa se creó el BCE, la SB, el Instituto Geográfico Militar
(IGM), el IESS y la Dirección General de Estadística.
La
segunda etapa coincide con el surgimiento del Consejo Nacional Electoral –en
ese entonces Tribunal Supremo Electoral–, la Dirección General de Aviación
Civil y la Junta Nacional de Planificación y Coordinación Económica
–posteriormente nombrada Secretaría de Planificación y luego Secretaría Técnica
Ecuador Planifica–. En esta etapa destacan la influencia de la primera
presidencia de José María Velasco Ibarra y una tendencia regional a crear
sistemas de planificación públicos (Cabrera Hanna 2016; Vincenza Nufrio 2018),
es decir, una combinación de fuerzas centrífugas y centrípetas.
La
tercera etapa estuvo marcada por la aprobación de la Constitución de 1967 y el
fin del gobierno militar en 1979. Durante esta época se creó la
Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros, el Ministerio de Salud
Pública y el Ministerio de Inclusión Económica y Social –en ese entonces
Ministerio de Bienestar Social–. Finalmente, en la última etapa se instaura la
Constitución del 2009, la cual permite la creación de la Superintendencia de
Control de Poder de Mercado y de la Superintendencia de Economía Popular y
Solidaria. En estos dos últimos periodos sobresale la relevancia de fuerza
centrífugas.
Analizando
esta cronología institucional se identifican factores que favorecieron la
aparición del objeto de estudio. El primero se asocia con la necesidad
subyacente de registrar la actividad económica del país. El segundo se
relaciona con el advenimiento de la Revolución Juliana que –gracias al
asesoramiento externo– implantó instituciones clave para la organización de la
economía ecuatoriana. En otras palabras, la génesis del ordenamiento
institucional económico vino de la mano de un proceso político revolucionario,
influenciado por la visión de economistas norteamericanos.[vi] Otro factor a tener en cuenta
fue la llegada al poder de José María Velasco Ibarra, quien es sus distintos
mandatos presidenciales promovió la aparición de instituciones con un rol
cívico-administrativo.
Estas
apariciones no estuvieron libres de influencias internacionales. Por ejemplo,
la creación de la Junta Nacional de Planificación y Coordinación Económica en
1954 fue la consecuencia del rol activo del Estado en la economía, legalizado
en la Constitución de 1945. Sin embargo, este proceso estuvo influenciado
además por la creciente presencia de la Comisión Económica para América Latina
y el Caribe (CEPAL) en la región, que asesoró generación de información
estadística, la formación de funcionarios públicos y la creación de planes
nacionales de desarrollo (Vincenza Nufrio 2018).
Un
cuarto factor importante fue el efecto de asambleas constituyentes y reformas
constitucionales en el país, que fomentaron un ambiente de oportunidades para
crear y refundar instituciones (Paz y Miño 2006, 2007). En este sentido, dos
asambleas constituyentes cobraron especial relevancia: la de 1967 que permitió
la aparición de la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros y el
Ministerio de Bienestar Social, y la del 2009 mediante la cual surgen las
Superintendencias de Control de Poder de Mercado y la de Economía Popular y
Solidaria.
Finalmente,
existe un tercer elemento analítico, la contingencia respecto al rol y
competencia de las instituciones introducidas. Se puede distinguir al menos dos
tipologías institucionales clasificadas de acuerdo con su transformación
denominativa: 7 de 16 atravesaron al menos una mutación en su denominación, lo
que se relacionó con modificaciones en competencias y capacidad institucional.
En este grupo resaltan aquellas que sufrieron la mayor cantidad de cambios de
denominación: el Ministerio de Agricultura –siete cambios–, el MEF –cinco
cambios–, y la Secretaría de Planificación –cuatro cambios–. Por otra parte,
están las instituciones que presentaron mayor estabilidad, entre ellas el BCE y
la SB. En este sentido, se puede observar que estas emergencias fueron producto
de superposiciones de fuerzas locales y externas que contribuyeron a la demanda
y oferta de experticia estadística.
Entrenamiento académico
Un
segundo espacio social de introducción es el de los centros académicos de
producción de experticia, materializado en la oferta de programas
universitarios enfocados en la estadística. Durante la investigación se prestó
atención exclusivamente a estas carreras puesto que constituyen una
materialización de la autonomía del campo de experticia: tener su propio espacio
de entrenamiento genera no solo homogenización en prácticas profesionales, sino
también elementos de sentido de pertenencia que –a medida que el campo se
expande– permite que sus integrantes acumulen capital simbólico (Bourdieu
1991). En la tabla 1 se muestra las carreras relacionadas con “estadística”
registradas en el Ecuador entre 1969 y el año 2020. Los registros provienen del
Sistema Nacional de Información de Educación Superior de la Secretaría Nacional
de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (SENESCYT).
Tabla 1. Espacios académicos de
emergencia estadística, 1969-2020
|
Año de creación |
Universidad |
Titulación ofrecida |
Vigencia |
1 |
1969 |
U.
Central del Ecuador |
Doctorado
en Ciencias de la Educación-Especialidad Planificación y Estadística |
No
vigente |
2 |
1969 |
U.
Central del Ecuador |
Ingeniería
Estadística |
No
vigente |
3 |
1969 |
U.
Central del Ecuador |
Licenciatura
en Estadística |
No
vigente |
4 |
1970 |
U.
Técnica Luis Vargas Torres |
Licenciatura
de Segunda Enseñanza Especialización Investigación y Estadística |
No
vigente |
5 |
1977 |
U.
de Cuenca |
Tecnología
en Estadísticas Económicas y Sociales |
No
vigente |
6 |
1978 |
U.
de Cuenca |
Tecnología
Médica en Bioestadística |
No
vigente |
7 |
1982 |
U.
Central del Ecuador |
Tecnología
Médica en Estadística y Registros en Salud |
No
vigente |
8 |
1994 |
Escuela
Superior Politécnica del Litoral |
Ingeniería
en Estadística e Informática |
No
vigente |
9 |
2000 |
U.
Central del Ecuador |
Licenciatura
en Estadística y Registros de Salud |
No
vigente |
10 |
2000 |
Escuela
Superior Politécnica del Chimborazo |
Ingeniería
en Estadística e Informática |
No
vigente |
11 |
2000 |
Escuela
Superior Politécnica del Chimborazo |
Diplomado
en Estadística Informática aplicado a la Educación |
No
vigente |
12 |
2003 |
Escuela
Politécnica Nacional |
Maestría
en Estadística Aplicada |
No
vigente |
13 |
2005 |
U.
de Cuenca |
Licenciatura
en Bioestadística |
No
vigente |
14 |
2006 |
Instituto
Tecnológico Superior Panamericano |
Tecnología
en Estadística y Registros Médicos |
No
vigente |
15 |
2007 |
U.
Cristiana Latinoamericana |
Licenciatura
en Estadística y Registros de Salud |
No
vigente |
16 |
2007 |
U.
Interamericana del Ecuador |
Ingeniería
en Estadística Informática y Registros Médicos |
No
vigente |
17 |
2008 |
U.
de Cuenca |
Diplomado
Superior en Bioestadística |
No
vigente |
18 |
2010 |
U.
de Ambato |
Diplomado
Superior en Estadística Aplicada |
No
vigente |
19 |
2010 |
U.
Técnica Particular de Loja |
Diplomado
Superior en Estadística y Econometrías Aplicadas |
No
vigente |
20 |
2015 |
Escuela
Superior Politécnica del Litoral |
Maestría
en Estadística |
No
vigente |
21 |
2016 |
Escuela
Superior Politécnica del Litoral |
Ingeniería
Estadística* |
Vigente |
22 |
2016 |
Escuela
Superior Politécnica del Chimborazo |
Ingeniería
Estadística* |
Vigente |
23 |
2018 |
U.
Central del Ecuador |
Ingeniería
Estadística |
Vigente |
24 |
2018 |
U.
Técnica de Manabí |
Maestría
en Estadística* |
Vigente |
25 |
2019 |
U.
Central del Ecuador |
Maestría
en Estadística Aplicada |
Vigente |
26 |
2020 |
U.
Técnica de Manabí |
Ingeniería
en Estadística |
Vigente |
Fuente: SENESCYT (2020).
Nota: *Programas que fueron aprobados pero que
sufrieron modificaciones posteriores.
Del
registro presentando en la tabla 1 destacan tres interpretaciones. En primer
lugar, más del 75 % de los programas creados no se encuentra activos, lo
cual es un síntoma de inestabilidad en campos en proceso de construcción. Esto
concuerda con la postura de un académico fundador de la carrera de estadística
en el país:
La oferta fue, sobre todo en los años 70, 80 y 90, intermitente. En
esos tiempos se encontraban programas, pero dependía del impulso que le den profesores
a cargo […] si el profesor se retiraba o se iba de año sabático la carrera
corría peligro o desaparecía (entrevista a académico, fundador de carrera de
estadística, 2019).
Esta
situación cambió debido a las reformas institucionales que sucedieron a partir
del año 2010, las cuales incrementaron la presencia reguladora del Estado sobre
el sistema educativo y reorganizaron la oferta académica homogeneizando
currículos de acuerdo con el Plan Nacional de Desarrollo (entrevista a subsecretario de información de
Secretaría de Planificación y Desarrollo, 2020).
El
segundo elemento analítico es la reducida oferta privada: de los 26 programas
apenas cuatro no son públicos. Esta es una manifestación de la tipología de
demanda de experticia. En concordancia con el análisis registrado, tres
entrevistados[vii] mencionaron que los programas
académicos fueron pensados para suplir la necesidad de entidades públicas.
Finalmente, un tercer elemento es el de la convergencia temática y la
diferenciación de competencias con economistas.
Después
de 50 años de aparecer en el sistema de educación, la oferta en experticia
estadística empezó por áreas marginales al campo de la estadística pura y
especializada –educación, salud, bioestadística–. No obstante, con la
formalización del sistema educativo, la oferta convergió hacia una denominación
general consolidada. Según un entrevistado, también se debió a que parte de los
estudiantes que tenían expectativas de estudiar economía se dieron cuenta que
podían aprender destrezas cuantitativas a través de esta nueva carrera.
Hay un momento de transición en los años 90 y sobre todo en los 2000
cuando varios [estudiantes]
deciden estudiar estadística en vez de economía, les parecía más práctico y
empataba con la demanda de profesionales que no requerían herramientas
econométricas sino de procesamiento de datos sin el canon de economía (entrevista a académico
estadístico 2, 2020).
Esto a
su vez concuerda con el testimonio de uno de los fundadores de la carrera de
estadística en el país: “de una u otra forma el estadístico robó mercado al
economista. Tanto en el sector público como en el privado se necesitaba gente
que sepa programar, manejar bases de datos, estimar, calcular, pero sin
posiciones ideológicas de economistas” (entrevista a académico, fundador de carrera de estadística, 2019). Esta es una idea que requiere
mayor profundización analítica, pero vale la pena mencionarla para los fines de la discusión q0ue se
presenta en posteriores acápites.
Una vez
identificada la oferta de espacios de introducción es necesario explorar su
magnitud. Para ello se procedió a procesar la base de datos del último Censo de
Población –realizado en 2010– que consultó a cada individuo censado sobre su
tenencia y tipología de título de tercer nivel. Este ejercicio tiene la ventaja
de que captura a quienes tienen un título de educación superior relacionado con
estadística, independiente de la edad del censado, lo cual permite obtener la
distribución etaria y por sexo que existía en ese año. No obstante, el
ejercicio presenta una limitación, pues la codificación escogida por el INEC
agrupó en la misma categoría a “matemáticos”, “actuarios” y “estadísticos”.
Este desglose se puede apreciar en la figura 1.
Figura 1. Pirámide poblacional de
estadísticos, matemáticos y actuarios
Fuente:
Elaborado con base en el Censo de Población 2010.
La figura
1 muestra que la pirámide está compuesta mayoritariamente por hombres y que la
proporción generacional con mayor presencia la ocupan personas nacidas entre
1977 y 1983. De las 847 personas censadas el 61 % son hombres y un
39 % mujeres. Sin embargo, al desglosar el análisis por edades se
identifica que existen puntos comunes entre ambos sexos: aquellos que tienen
entre 33 y 25 años en el caso de los hombres y entre 31 y 25 años para las
mujeres, pues representan el 29 % del total. Esto quiere decir que una
proporción significativa de expertos nació entre 1977 y 1985.
En
segundo lugar, los hombres mayores de 65 años representan el 5,4 % de la
proporción de su sexo, mientras que en el caso de las mujeres apenas alcanzan
el 2,1 %. No obstante, a partir de la década de los 90 y los primeros años
del siglo XXI la proporción de mujeres se equilibró. Una última interpretación
es que el campo parece haber experimentado un auge en las generaciones nacidas entre 1977 y 1983, pues las
proporciones disminuyen de forma considerable en los años posteriores. Esto se
refleja al identificar que la proporción de personas menores de 28 años se
acerca al 2 % de la distribución, mientras que la generación que es un año
mayor representa cerca del 4 %.
4.2.Los espacios sociales de
legitimación
La
legitimación de una experticia se alcanza cuando su rol se convierte en
aceptable, reconocido para una audiencia determinada (Bourdieu 2018, 45; Cipriani
1987). Esto implica que el alcance de legitimación se obtiene cuando el estatus
de una epistemología es reconocido por comunidades especializadas en distinguir
métodos, validez y alcance (Richardson 1985). No obstante, desde el punto vista
sociológico, lo que prima es la necesidad de entender las condiciones sociales
del alcance –aunque sea temporal– de legitimación y la identificación del rol
de actores sociales en el proceso.[viii]
Esto se
debe fundamentalmente a dos motivos. En primer lugar, a que una significativa
porción de la legitimación viene dada por la estabilidad en la afiliación
institucional, en otras palabras, esta es la verdadera fuente de poder de una
profesión y no necesariamente su ocupación como tal (Fourcade 2006, 150). En
segundo lugar, porque el reconocimiento de la legitimidad es un acto de
conocimiento inconsciente, un acto de sumisión dóxica al orden social (Bourdieu 2014, 173), que adicionalmente
pasa por procesos de controversia y traducción (Schwartzman 1999). Esto quiere
decir que la experticia se legitima cuando se asume como dada, cuando los
actores entienden la necesidad de la experticia por defecto, sin
cuestionar los orígenes ni los límites frente a otras experticias. El presente
ejercicio encontró cuatro espacios sociales de legitimación.
Planes de desarrollo y sistemas de
información públicos
La
gestión del Estado implica registrar y documentar. El Estado moderno reemplaza
acciones basadas en emociones y tradiciones por cálculos racionales y anónimos,
para lo cual requiere documentación sistemática (Weber [1946] 2009, 196-198,
228). Esta dinámica se sostiene mediante un proceso que busca cada vez mayor
eficiencia y control. Sin embargo, para que algo precise ser eficiente necesita
ser medido, y para esto requiere un funcionario con conocimiento en el
procedimiento de conmensurar. Este es el rol que asumió el funcionario con
conocimiento de estadística (Mennicken y Espeland 2019, 228).
Siete
entrevistados respondieron que los planes de desarrollo y los censos de
población fueron los espacios donde con mayor frecuencia se materializó el
comportamiento mencionado anteriormente.[ix] Según un funcionario de
planificación: “la construcción de planes de desarrollo y su actualización
anual conducía irrevocablemente en convocar y aprovechar el conocimiento de
estadísticos” (entrevista a ex subsecretario de información
de Secretaría de Planificación y Desarrollo, 2020). Ecuador sobresale en
la comparación con otros países de Latinoamérica debido a que introdujo la
planificación pública antes que otras naciones, específicamente en el año 1954
(Vincenza Nufrio 2018). A partir de la creación de la oficina de
planificación se empezaron a demandar espacios burocráticos con la capacidad de
sistematizar información para construir planes de desarrollo. Ahora bien, este
proceso no se desarrolló de manera lineal. La
institucionalización de la planificación pasó por etapas de fortalecimiento y
debilitamiento (Molina 2015; Moncada 1974; López Sandoval 2015); lo que, a su
vez, expandió o retrajo oportunidades para expertos en estadística.
Introducción de tecnología
Un
segundo elemento generador de legitimidad de experticia estadística proviene de
la ola de automatización y digitalización de la gestión pública (Schou 2018).
Esta dinámica provoca la creación y administración de bases de datos, tarea que
demanda profesionales con conocimientos computacionales. En el Ecuador esta
necesidad se fue ampliando con la generalización del acceso de terminales
computacionales para los servidores públicos y, sobre todo, con la
implementación de políticas que exigían conocimientos básicos de computación,
especialmente a mediados de la década de los 90 (Arcentales y Gamboa 2019).
Esto se puede comprobar tanto con estudios que reportaron la introducción de
tecnología en el sector público (ONU 2020) como con reportes que analizan el
impacto de que tuvieron estas tecnologías (Sosa 2010). Al menos cuatro
entrevistados[x] concuerdan tanto con las épocas
de introducción como con la implicación de demanda de estadísticos. De acuerdo
con una funcionaria con 30 años de experiencia en el INEC:
El uso de computadoras en INEC y SENPLADES empezó débilmente en los
años 90, luego vino un impulso fuerte al inicio de los años 2000 gracias a
préstamos de organismos internacionales. Luego se debilitó por falta de
inversión en infraestructura, hasta que llegó la tercera ola y más intensa desde
el 2009, cuando no solo se contaba con más computadoras, sino que se demandaba
más su uso (entrevista
a exfuncionaria del INEC, 2020).
Globalización de demanda de
reportes públicos
Sea para
fines comerciales o administrativos, uno de los impactos de la globalización es
el incremento de interconexiones, lo que demanda conocimiento comparable. Las
cuantificaciones y la experticia estadística proveyeron una solución ante esta
demanda (Rottenburg 2015, 2). Por ejemplo, tanto un inversor que evalúa la expansión
de su negocio a otro país como una agencia de desarrollo que valora la
pertinencia de transferir recursos internacionalmente necesitan de las
estadísticas. Esto provocó, especialmente durante los últimos 40 años, la
proliferación de prácticas calculativas,
sobre todo en la forma de indicadores y rankings (Rottenburg 2015, 3). En el
caso de Ecuador estas experticias fueron demandadas sobre todo en instituciones
como las oficinas de planificación y en comisiones interinstitucionales, que se
formaron de acuerdo con demandas de reportes para organismos multi y
bilaterales y que, a su vez, se intensificaron con la llegada de internet.
El
primer reporte de desarrollo humano que fue producido por la Organización de
Naciones Unidas (ONU) en 1990 provocó una demanda interna de producción de
datos (ONU 2013). De acuerdo con un funcionario de entidades contraparte
responsables de construir reportes nacionales:
A partir de 1990-1995 empezó a demandarse la construcción de reportes
para entidades como la ONU y sus oficinas asociadas. Primero por pedido de
consultores que venían al país, luego porque el país se responsabilizaba en
reportar esos datos a las sedes regionales (entrevista a exdirector del INEC,
2020).
Esto
concuerda con análisis históricos de los reportes de la ONU y su creciente
demanda de estadísticas (Murray 1991), así como del rol local de estas
instituciones en los años 90 (Martner y Máttar 2012). Este espacio de
legitimación, a diferencia de los demás identificados, sobresale porque se vio
menos afectado por vaivenes político-institucionales locales. Esto debido a que
la demanda de reportes internacionales ha aumentado de manera sostenida desde
su aparición en la década de los 90 (Oszlak 2013). Esta noción, además, encaja
en la identificación de fuerzas externas que provocaron la emergencia de la
experticia en cuestión.
Estilos de gobernanza
Un cuarto
espacio de legitimación depende del estilo que adopten los gobiernos al momento
de administrar el Estado. Se podría argumentar que los estilos de gobernanza
que fomentan la demanda de experticia estadística son consecuencia de la
implementación del New Public
Mangagment (NPM): un sistema administrativo público que, en nombre de la
eficiencia y productividad gestiona el Estado con base en indicadores y paneles
de control (Desrosières 2015, 344; Lane 2000). Esta visión asume al ciudadano
como consumidor y a la gestión pública como adaptable a modelos de negocios
privados, usualmente corporativos. Sin embargo, al menos para el caso del Sur
Global, esta influencia no resulta pura puesto que varios gobiernos con
tendencias políticas distintas adaptaron el sistema en función de diferentes
principios ideológicos (Cameron 2009; Samaratunge, Alam y Teicher 2008).
En el
caso ecuatoriano, ocho entrevistados[xi] revelaron que la gestión con
base en productos, los paneles de control y el gobierno por resultados (GPR)
dependen del estilo de cada gobernante, ya sea a nivel nacional como
organizacional. Además, estos estilos “chorrean” hacia jerarquías y gestiones
inferiores (Brookfield 2000). Por ejemplo, analizando los archivos históricos
utilizados para esta investigación, en las décadas de los 70 y 80 e inicios de
los años 90 no se encontraron registros de uso de gestión administrativa por
medio de paneles de control o indicadores. Recién en el año 1992, durante el
mandato del conservador Sixto Duran Ballén y en el gobierno de derecha de Jamil
Mahuad en 1998, aparecen registros institucionales con estadísticas e
indicadores, sobre todo con el fin de administrar procesos privatizadores y
preparar reportes a organismos internacionales. Este uso se intensificó en el
gobierno de Lucio Gutiérrez (2003-2005), que tuvo una alta dependencia
tecnocrática de organismos internacionales (Saltos Galarza 2002). En palabras
del exdirector del INEC de la época: “con Gutiérrez llega una ola de reporteo
internacional que obliga a producir datos, era el mecanismo para evaluar si la
gestión del Estado se alineaba a los compromisos adquiridos” (entrevista a exdirector del INEC, 2020).
El uso
de indicadores y estadísticas creció de forma exponencial durante el gobierno
desarrollista de Rafael Correa (2007-2017). En esta administración, según
exfuncionarios de planificación, las autoridades eran constantemente evaluadas
a través de indicadores y rankings:
En el 2007 empieza una ola de demanda de estadística que Correa lo
enfoca sobre el Plan Nacional de Desarrollo. [En] cada gabinete los ministros
eran recibidos con una carpeta con un semáforo que identificaba cuánto habían
cumplido en base a indicadores de su área. Eso provocó que a todo nivel se
insertara una cultura de cuantificación de metas […] presionando a una mayor
producción de estadísticas (entrevista a ex subsecretaria de información de
Secretaría de Planificación y Desarrollo, 2020).
Esta
dinámica provocó subsecuentemente más demanda de estadísticos y de producción
de datos que se acelera en el periodo 2007-2017. Tres entrevistados[xii] concordaron en que en la década
de los 90 la gestión gubernamental no demandaba indicadores de gestión,
mientras que gestiones como la de Lucio Gutiérrez y sobre todo la de Rafael
Correa sobresalieron por variados sistemas de información y estadística. Este
espacio se distingue por ser una combinación de fuerzas externas con fuerzas
internas, lo que reafirma la necesidad de entender el advenimiento de la
experticia como una superposición de influencias centrípetas en conjunto con
centrífugas.
5. Conclusiones
La
gestión contemporánea del Estado requiere estadísticas para poder interpretar y
priorizar realidades políticas y sociales. Las estadísticas son tecnologías de
gobernanza que se insertan en este proceso gracias a la implementación e
institucionalización de la experticia capaz de producirlas. Esta experticia no
existe en un vacío social: su introducción en el Ecuador se asocia con la
creación de instituciones públicas y con el monopolio de producir y gestionar
conmensuraciones. Este proceso comenzó de forma marginal debido al surgimiento
de organismos con fines económicos como el BCE, pero cobró fuerza con la
llegada de la planificación pública y del INEC. Estas condiciones, producto de
influencias externas que se mezclaron con influencias internas, permitieron la
aparición de un grupo de estadísticos en el país, que luego se fortaleció con
la implementación de la oferta académica pública.
Los
hallazgos tienen al menos dos implicaciones conceptuales. En primer lugar, el
conocimiento estadístico depende de la experticia capaz de producirlo. Como se
ha demostrado, su constitución atraviesa contingencias que construyen y
reconstruyen las capacidades de capitalizar su espacio. Estas contingencias,
que provienen de fuerzas centrífugas y centrípetas, afectan la producción
estadística, no solo porque modifican las condiciones de existencia de los
productores, sino porque los productores en sí son actores sociales que
reaccionan a las fuerzas que los influencian. Este argumento se contrapone con
la visión tradicional de entender la estadística como objetiva, imparcial y
apolítica. En realidad, esta es la consecuencia de procesos sociales afectados
por fuerzas que reconstruyen constantemente calendarios, metodologías,
epistemologías, recursos, espacios laborales e instituciones. Por ende, una
gestión pública que desconoce la vulnerabilidad de los procesos detrás de la
composición de campos disciplinares, como el de la estadística, corre el riesgo
de asumir verdades inestables y subjetivas, pero revestidas de imparcialidad y
corrección.
En
segundo lugar, la volatilidad de campos disciplinarios necesarios para gobernar
depende de la capacidad de generar autonomía en comparación con profesiones y
experticias competidoras. Sin embargo, el caso ecuatoriano revela la
significativa relevancia del rol del Estado –ya sea facilitando o dificultando–
las posibilidades de diferenciación.
Una
hipótesis que amerita una investigación futura es la de que los expertos en
estadística en el país emergieron al desmarcarse de las competencias que
monopolizaban los economistas, apropiándose de las habilidades relacionadas a
la conmensuración y procesamiento de datos públicos. Sin embargo, este
territorio no está desprovisto de amenazas. Cabe preguntarse por ejemplo en qué
medida los “científicos de datos” o las “ciencias de la computación” están
equipadas para conquistar estos territorios y si tendrán las condiciones
sociales adecuadas para invadir el campo, aprovechando las convergencias
globales de expansión tecnológica. El administrador público y cientista social
no puede interpretar este advenimiento como unísono o inofensivo: los acuerdos
científicos intersubjetivos redefinen los alcances de campos disciplinares, que
a su vez modifican las capacidades y limitaciones para gobernar y entender
nuestra historia.
Apoyos
Esta investigación recibió
financiamiento parcial de la Universidad de California en Berkeley, Estados Unidos.
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Entrevistas
Entrevista a académico estadístico 1, 13 años de experiencia,
marzo y julio 2020.
Entrevista a académico estadístico 2, 18 años de
experiencia, junio y julio 2020.
Entrevista a académico fundador carrera de estadística,
22 años de experiencia, septiembre 2019 y mayo 2020.
Entrevista a académico estadístico 3, 10 años de
experiencia, enero y junio 2020.
Entrevista a académica estadística y exfuncionaria del
INEC, 15 años de experiencia, marzo y julio 2020.
Entrevista a funcionaria de entidad de regulación
educativa y exfuncionaria del INEC, 11 años de experiencia, marzo 2020.
Entrevista a ex funcionaria del INEC y exfuncionaria del
BCE, 13 años de experiencia, abril 2020.
Entrevista a ex subsecretario de información de
Secretaría de Planificación y Desarrollo, 18 años de experiencia, abril 2020.
Entrevista a funcionario del INEC, 21 años de
experiencia, abril 2020.
Entrevista a exdirector del INEC, 19 años de experiencia,
mayo 2020.
Entrevista a académico sociólogo, 5 años de experiencia,
junio 2020.
Entrevista a académico economista, 10 años de experiencia,
junio 2002.
Entrevista a funcionaria de entidad de control y
regulación de universidades, 11 años de experiencia, julio 2020.
Notas
[i] Se entiende como
objetificación la investigación de objetos sociales en un sentido relacional.
Al objetificar se define no solo la entidad de estudio, también se comprende
ese proceso como inseparable del estudio de las relaciones sociales de esa
entidad (Bourdieu y Wacquant 1992).
[ii] Por esta razón
algunos economistas cuentan con espacios exclusivos de influencia dentro del
Estado. Por ejemplo, el Consejo de Consejeros de Economía en Estados Unidos, el
Consejo de Análisis Económico en Francia o el Consejo de Expertos Económicos
“Sachverständigenrat” en Alemania (Fourcade 2006, 151).
[iii] Se trata de aquellos
procesos en los que la comunidad epistémica considera que existen herramientas,
mecanismos, modelos o software que permiten utilizar su conocimiento
para obtener un producto o resultado específico. No se refiere a que comparten
una visión de causalidad de fenómenos sociales única o de elementos causales de
un modelo –generalmente estadístico– que no son impugnados.
[iv] Aunque más
adelante se problematiza la composición de los funcionarios públicos, para esta
investigación en la definición de funcionarios se incluyen trabajadores con
relación de dependencia salarial en el sector público, sin importar que la
relación laboral sea en la modalidad de contrato temporal o de nombramiento.
[v] Por ejemplo, el arribo
de la Misión Kemmerer en 1927 o la adscripción del INEC a la Presidencia de la
República en 2019.
[vi] Edwin Walter
Kemmerer, jefe de la misión, fue un economista que obtuvo su doctorado en la Universidad
de Cornell, se desempeñó como profesor en la Universidad de Princeton. Ayudó a
diseñar el Sistema de Reserva Federal de Estados Unidos, fue presidente de la
Asociación Americana de Economistas e inició su carrera de asesor internacional
gracias al gobierno del general Josef Pilsudski en Polonia (1918-1922) y a
relaciones con banqueros de la época (Drake 1984).
[vii] Entrevistas a académico estadístico 1,
2020; a académico fundador de carrera de estadística, 2020; y a funcionario de
INEC, 2020.
[viii] Agradezco esta idea a
uno de los revisores externos anónimos.
[ix] Se podría
argumentar que otros espacios con similar posibilidad de legitimación son las
oficinas recolectoras de impuestos y otras expuestas en la sección anterior.
Sin embargo, en esos casos el objetivo de la cuantificación se asocia más a
necesidades de administrar recursos económicos públicos bajo el paraguas
conceptual y pragmático de la economía, y a que generalmente sus funcionarios
no se reconocen como estadísticos.
[x] Entrevistas a
académico estadístico 2, 2020; a ex subsecretario de información de Secretaría
de Planificación y Desarrollo, 2020; a exdirector del INEC, 2020; y a
funcionaria de entidad de control y regulación de universidades, 2020.
[xi] Entrevistas a académico
estadístico 1, 2020; a académico fundador de carrera de estadística, 2019; a
académica estadística y exfuncionaria del INEC, 2020; a ex funcionaria del INEC
y del BCE, 2020; a ex subsecretario de información de Secretaría de
Planificación y Desarrollo, 2020; a funcionario del INEC, 2020; a ex director
del INEC, 2020; y a ex funcionaria de entidad de control y regulación de
universidades, 2020.
[xii] Entrevistas a académica estadística y
exfuncionaria del INEC, 2020; a académico estadístico 3, 2020; y a académico
economista, 2020.